Último adiós a Ángel, el pequeño de los dos menores hallados muertos en el vertedero de Toledo
Familiares y amigos de la familia se han dado cita en el tanatorio Sur de Carabanchel este jueves para despedirlo.
9 febrero, 2023 20:55La familia y allegados de Ángel, el niño de 11 años cuyos restos se han localizado en un vertedero de Toledo, han dado el último adiós al menor durante el entierro que ha tenido lugar la tarde de este jueves en el distrito de Carabanchel.
Familiares y amigos de la familia se han dado cita en el tanatorio Sur de Carabanchel desde las cinco de la tarde para despedir al menor, desaparecido el pasado mes de diciembre en el barrio de Carabanchel junto a su primo Fernando, de 17 años, cuyo cuerpo sin vida fue hallado previamente en el mismo emplazamiento.
Entre los numerosos asistentes, además de los allegados más cercanos, han acudido Sinaí Giménez, presidente de Sociedad Gitana Española, la cual ejerce como portavoz de la familia, y Juan José Cortés, padre de la niña Mari Luz Cortés, entre otros líderes de diversas asociaciones y organizaciones de la comunidad gitana tanto de Madrid como del resto de España.
Los restos de ambos menores fueron localizados en el Ecoparque de Toledo en un lapso de tiempo de cerca de un mes -diciembre y enero respectivamente-, pero ha sido hace pocos días cuando el juez autorizó la entrega de los restos de Ángel a la familia para que pudiera darle sepultura.
[Hallan en un vertedero de Toledo el cadáver de uno de los menores desaparecidos en Madrid]
Los dos primos desaparecieron el 10 de diciembre en el barrio de Carabanchel. El cadáver de Fernando fue localizado en el Ecoparque de Toledo a mediados de ese mes y días después se confirmaba que era el mayor de los dos desaparecidos, lo que motivó el inicio de una búsqueda el 27 de diciembre en este vertedero para comprobar si el cuerpo de Ángel también se encontraba en ese mismo lugar.
Una vez comenzado el proceso de búsqueda, el 11 de enero se encontraban unos restos humanos en el propio Ecoparque. Estos restos fueron trasladados al Instituto Anatómico Forense de Toledo para cotejarlos con pruebas de ADN, cuyo resultado ha confirmado que corresponden a Ángel.
Desde la desaparición, la primera hipótesis y la principal de la Policía apuntó a que los menores se hubieran cobijado del frío y de la lluvia para dormir en un contenedor, en el que hubieran muerto asfixiados -como consta en la autopsia de Fernando como causa del óbito- y hubieran acabado en los camiones de basura.
El cuerpo del pequeño Ángel fue localizado en la zona de descarga de los contenedores del Ecoparque de Toledo, mientras que, en el caso de Fernando, sus restos fueron encontrados en una cinta transportadora por los operarios del vertedero.
La autopsia de Fernando determinó que el joven había muerto de forma natural por una asfixia o mecánica, lo que los investigadores vincularon a un posible accidente en el interior de un contenedor.
La familia no se cree la hipótesis policial
Los familiares descartan por completo la hipótesis policial y piden que se investiguen otras. De hecho, la familia ha contratado al criminólogo forense Manuel Alameda y a un exguardia Civil de la Brigada Provincial para que se sumen a la investigación que se está realizando de forma paralela a la policial y judicial ante los indicios de un posible homicidio.
Los expertos se suman al equipo que ya está trabajando sobre el caso formado por el prestigioso antropólogo Francisco Etxeberría, conocido por trabajar en el caso de José Bretón, y por un detective privado ante las sospechas de la familia de que no se produjo ningún accidente.
En este marco, la familia solicitó a la Policía Nacional que registrara más pisos del bloque de viviendas donde vivía la exnovia de Fernando. El día de la desaparición supuestamente iban a visitarla, algo que ella siempre ha negado que ocurriera.
La familia de Lucía, incluida su madre Trini, ha desmentido también cualquier vinculación con la muerte de los menores y ha denunciado ante los medios que pegaron a la chica y que se fueron del bloque de viviendas en el que vivían en Toledo por miedo a represalias.