La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Albacete tiene previsto juzgar este lunes 17 de enero, a J.M.M.C., acusado de apropiación indebida, tras haber aprovechado su trabajo como director de una entidad bancaria para realizar sobrecargos y transferencias entre las cuentas de sus clientes, falsificando las firmas de los mismos, llegando a estafar a la entidad más de un millón de euros.
Unos hechos que la Fiscalía considera que son constitutivos de un delito continuado de apropiación indebida, por el que piden nueve años de prisión, y un delito continuado de falsedad documental, por el que solicitan quince meses de multa con cuota diaria de 12 euros. Además, el acusado deberá indemnizar a la entidad en 1.186.981 euros.
Asimismo, los clientes que se han visto beneficiados por estas actuaciones deberán indemnizar a la entidad, de manera conjunta con el acusado, en la cantidad total de 895.806 euros.
Según el escrito de acusación, al que ha tenido acceso Europa Press, los hechos tuvieron lugar entre los años 2009 y 2012, periodo de tiempo durante el cual el acusado, aprovechando su cargo como director de la entidad bancaria de Abengibre, realizó traspasos y recargos de unas cuentas a otras.
Reintegros en efectivo
De esta manera, en el año 2011, J.M.M.C. realizó reintegros en efectivo en la cuenta de ahorro de M.G.P. y A.J.M., simulando la firma de los titulares por importe de 135.900 euros, así como transferencias por un total de 100.000 euros, informando a los clientes con falsa documentación que el saldo de su cuenta era superior a 236.000 euros, creando un perjuicio total de 199.000 euros, que fue restituido por la entidad.
Igualmente, en la cuenta plazo fijo de F.G.M. y O.G.G., el acusado realizó disposiciones hasta dejar la cuenta con un saldo de 40.000 euros, causando un perjuicio de 215.000 euros que, de nuevo, fue restituido por la entidad.
El procesado también realizó disposiciones mediante reintegros, falsificando la firma de los clientes, hasta llegar a cancelar totalmente el saldo de la cuenta de J.G.M. y F.G.M., con un perjuicio de 150.000 euros.
Modus operandi que repitió hasta en 13 ocasiones más, teniendo que abonar la entidad bancaria afectada un total de 2.364.824 euros, quedando pendiente de regularizar la cantidad de 1.186.981 euros.