Ya ocurrió en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y volverá a pasar en París 2024. Los obstáculos de la prueba olímpica de hípica tendrán alma toledana, la que les imprimirá el grabador y acuarelista Luis Felipe Tello. Este artista volverá a poner su talento al servicio del comité organizador en una cita que en esta ocasión cuenta con el atractivo añadido de que se celebrará en los imponentes jardines del Palacio de Versalles.
"Será muy especial poder ver tus diseños en un lugar tan espectacular", asegura Tello, quien reconoce que "en Japón llamó muchísimo la atención que unos obstáculos con una temática cultural tan fuerte no estuviesen diseñados por un japonés".
El idilio de este profesor de educación física y entrenador de hockey con los Juegos Olímpicos comenzó en los preparativos de Tokio 2020 con un encuentro casual. "Conocí a Santiago Varela, la persona encargada del diseño del concurso de saltos de hípica y me dijo que tenía unos cuantos diseños que se le habían atascado", recuerda.
En ese momento, Luis Felipe le hizo una propuesta artística que no pudo tener mejor acogida y se plasmó en tres diseños inspirados de manera profunda en la cultura japonesa: la ola de Kanagawa, las kokeshi -unas muñecas típicas- y las carpas.
A la hora de establecer el punto de partida, en ocasiones existen temas concretos planteados por la organización y en otras, el punto de partido es mucho más genérico. En cualquiera de los dos casos, Luis Felipe destaca que hay que tener en cuenta otros factores inherentes a la propia cultura.
"Para Tokio diseñé un obstáculo inspirado en el Tori de Hiroshima, un templo muy famoso. La verdad es que era muy bonito pero no salió adelante porque para ellos era una falta de respecto que un caballo pase por encima", explica.
Algo parecido le pasó con otro diseño que finalmente sí salió adelante, el de las carpas, que "como se puede ver en la acuarela estaba diseñado con una mirando hacia arriba y otra hacia abajo, como el ying y el yang, y finalmente las dos están orientadas hacia arriba porque lo contrario representa mala suerte en Japón".
Pasar del diseño al obstáculo
Una vez que el comité organizador da luz verde a los diseños, llega el momento de adaptarlos a los criterios técnicos de la prueba. "Hay obstáculos que no pueden salir porque resultan una barrera demasiado evidente para el caballo. En hípica, la pericia del jinete se demuestra haciendo saltar al caballo pese a las dudas que les genera el obstáculo, pero siempre dentro de unos criterios. Por eso, a veces hay que adaptar el diseño original", explica.
En el trabajo llevado a cabo para la cita olímpica de 2020, Luis Felipe presentó sus diseños en acuarela y una vez aprobados fueron reproducidos en 3D para llevar a cabo las modificaciones oportunas. Sin embargo, en esta ocasión ha comenzado el proceso diseñando directamente con la herramienta tridimensional para agilizar todo el proceso.
Temática para París 2024
Sobre los diseños en los que está trabajando para el recorrido de la cita parisina, insiste en que todavía no se pueden desvelar. "Hay muchos temas desde los que hemos empezado a trabajar: clásicos de la literatura francesa como 'El Principito', hechos históricos como los descubrimientos de Pasteur o el Globo de Montgolfier; u otros inspirados en la gastronomía".
A la hora de comparar el mismo trabajo en dos culturas tan opuestas como la japonesa y la francesa, Luis Felipe admite que existen diferencias: "Es cierto que Francia es una cultura más fácil de entender por cercanía, pero al mismo tiempo, eso dificulta la elección de temas".
Como le ocurrió en Japón, en este trabajo también se ha encontrado con algunas restricciones, aunque no precisamente de índole cultural. "El vino es un parte importantísima de Francia pero desde un primer momento quedó descartado como tema porque la ley prohíbe la publicidad de bebidas alcohólicas", sostiene.
Todavía en pleno proceso creativo, Luis Felipe Tello admite que "hay algunos diseños que sé que van a salir adelante" pero por el momento no puede concretar si serán "cinco, diez o veinte" porque hay varios que faltan por concretar. Habrá que estar atentos a los jardines del Palacio de Versalles el 1 de agosto.