No es habitual que los futbolistas profesionales entren al trapo y respondan a lo que se opina sobre ellos en los diarios deportivos. Pero el jugador del Real Madrid Gareth Bale, con un explosivo comunicado hecho público a través de la red social Twitter, se convirtió el pasado viernes en una de las excepciones plantando cara al periodista y escritor castellano-manchego Manuel Juliá, que el día anterior había criticado duramente la actitud del británico con una columna titulada "El parásito galés", publicada en la contraportada del periódico Marca. Y la polémica generada ha sido de tal calibre que se han hecho eco de ella medios de comunicación de medio mundo.
Juliá (Puertollano, 1954), después de que Bale marcase dos goles con su selección nacional y no entrase en la convocatoria del partido Real Madrid-Barcelona por unos repentinos dolores de espalda, se despachó contra el irregular futbolista blanco, el mejor pagado de la plantilla merengue pese a su escaso rendimiento en el césped, que pisa muy de vez en cuando debido a constantes lesiones o a que el entrenador no cuenta con él: "El parasitum Bale vino de los fríos y las lluvias de Britania. Se asentó en España, en el Real Madrid, donde, enmascarado, mostró primero diligencia y amor por el huésped, pero enseguida su naturaleza le llevó a chupar la sangre sin aportar nada a cambio. Bueno, más que la sangré chupó, y chupa, los euros del club".
Pero es que el periodista ciudadrealeño, que también es director de la Feria Nacional del Vino (FENAVIN), fue más allá desde su espacio en Marca, poniendo el foco en la actitud y el rendimiento que Bale muestra con la selección nacional de Gales, muy superiores que cuando le toca defender al club que le paga su salario: "A diferencia de otros de su especie, como la pulga, el piojo o la chinche, el parasitum Bale no reproduce en su huésped picor o enfermedades, sino que después de succionar, le entra la risa y el cachondeo, mostrando un desprecio jocoso por aquel de quien vive. Se ríe, aplaude, se tira por el suelo, canta, como una especie de ceremonia humillante, que, menos mal, tiene caducidad, como todas las desgracias".
Periodismo "despectivo"
Unas palabras ante las que Bale no se quedó callado y respondió mediante un comunicado en el que calificaba la columna de Juliá como una "pieza de periodismo calumnioso, despectivo y especulativo", además de preguntarse "quién está responsabilizando a estos periodistas y los medios de comunicación que les permiten escribir artículos como este en un momento en que las personas se quitan la vida debido a la insensibilidad y la implacabilidad de los medios".
"Afortunadamente he desarrollado una piel dura durante mi tiempo en el centro de la atención pública, pero eso no significa que artículos como estos no causen daño y disgusto personal y profesionalmente a quienes reciben estas historias maliciosas", añadía el futbolista del Real Madrid, que solo ha participado en cinco partidos con su equipo esta temporada, en la que el delantero ha marcado un único gol.