Para detectar la enfermedad es fundamental realizar controles de la presión arterial regularmente.
Hoy se celebra el Día Internacional de la Hipertensión, que afecta a más del 30% de la población adulta mundial y es el principal factor de riesgo para padecer enfermedades cardiovasculares, especialmente enfermedad coronaria y enfermedad cerebrovascular, pero también para la enfermedad renal crónica y la insuficiencia cardíaca. El Dr. Luis Rodríguez Padial, jefe de equipo de la Clínica Medicina y Prevención Cardiovascular explica que “la hipertensión arterial es la elevación de la presión de la sangre dentro de las arterias. La sangre circula a través del sistema circulatorio (arterias, capilares y venas) gracias a la presión que le proporciona el corazón cuando se contraen sus ventrículos. De hecho, la misión fundamental del corazón es aumentar la presión de la sangre para que circule a través del sistema circulatorio. A medida que se desplaza por el sistema circulatorio, la sangre pierde esta presión: en condiciones normales es bombeada en el corazón a una presión sistólica de 120 mmHg, y cuando vuelve a la aurícula tiene una presión de menos de 10 mmHg. Cuando la presión de la sangre se eleva dentro de las arterias (valores mayores de 140 mmHg de presión sistólica o mayores de 90 mm Hg de presión diastólica) se produce daño en el corazón, en las arterias y en otros órganos importantes, como el riñón y el cerebro”.
En un primer momento la hipertensión no produce síntomas, por eso es es conocida como la “enfermedad silenciosa”. “Para su detección es fundamental medir la presión arterial de vez en cuando. Algunos pacientes pueden notarse dolor de cabeza y cuando se produce lesión en los órganos afectados pueden sentir los síntomas propios de cada una de las enfermedades: palpitaciones, dolor en el pecho (infarto de miocardio o angina de pecho), dificultad para respirar (insuficiencia cardiaca), dificultad para mover alguna parte del cuerpo o para hablar (ictus) y dolor en las piernas al caminar, entre otros”. explica el Dr. Rodríguez Padial.
En cuanto a los perfiles más afectados están las personas de edad avanzada, aunque puede aparecer a cualquier edad. El jefe de equipo de cardiólogos subraya que “es importante que las personas en edad media se controlen con mayor periodicidad la presión arterial para detectarla. Por otro lado, la obesidad, uno de los factores que hacen que aparezca, está haciendo que veamos hipertensión arterial en jóvenes con más frecuencia”.
Cambios en los hábitos alimentarios
El mejor tratamiento para combatir la hipertensión es la prevención cardiovascular, las primeras medidas son el ejercicio físico y la dieta saludable. “Una dieta pobre en sal, rica en potasio, baja ingesta de alcohol y rica en productos lácteos desnatados ha demostrado disminuir la presión arterial. Esto debe complementarse con la realización de ejercicio físico adecuado a cada edad y, de ser necesario, con la pérdida de peso. De esta forma pueden prevenirse o tratarse muchos casos de hipertensión arterial. En otros, es necesario utilizar fármacos antihipertensivos, que dilatan las arterias y actúan sobre sustancias que regulan la presión arterial en el organismo. Con este tratamiento debe conseguirse una presión arterial menor de 140/90 mm Hg, lo cual es aconsejable mantenerse durante toda la vida para obtener el máximo de beneficio”. concluye el Dr. Rodríguez Padial.