La organización WWF ha iniciado una campaña de recogida de firmas para pedir al Gobierno de España que "haga los deberes y acabe con los puntos negros en las carreteras" que provocan la muerte de un importante número de ejemplares de lince ibérico.
WWF ha denunciado este martes, en un comunicado, la muerte por atropello en carreteras españolas de 14 ejemplares de lince ibérico en la primera mitad del año.
La organización ha recordado que la mayoría de las muertes se concentran en unos pocos "puntos negros" y ha lamentado" la desidia de las diferentes administraciones de Fomento, responsables de habilitar pasos de fauna en estas carreteras para solucionarlo".
Por ello, WWF ha demandado una mayor implicación de todas las administraciones a la hora de resolver este problema y ha pedido a los ciudadanos que apoyen la petición firmando su campaña.
Aunque son varias las amenazas a las que se enfrenta este animal, entre ellas el furtivismo, cada año cerca del 60 % de las muertes de lince se deben a atropellos.
Este número se ha multiplicado en los últimos años hasta convertirse en el mayor peligro para el lince.
Además, la mayoría de las muertes se concentran en unos pocos "puntos negros" en determinadas carreteras como la A-4 a la altura de las localidades de Andújar (Jaén) y de Almuradiel (Ciudad Real), la N-420 entre Cardeña y Montoro, en carreteras locales como la A-411 entre Hinojos (Huelva) y Villamanrique de la Condesa (Sevilla) y la CM-10 entre Mazarambroz y Cuerva, en la provincia de Toledo.
El responsable del programa de especies de WWF, Luis Suárez, ha señalado que la cifra oficial de 2018 es de 29 linces muertos atropellados en las carreteras.
"Los 14 ejemplares registrados hasta junio de 2019 hacen presagiar que la tendencia este año será la misma y que podríamos llegar a diciembre con otros 30 linces menos campando por la península", ha advertido.
Y ha concluido que "no podemos permitir que el esfuerzo de más de dos décadas por alejar al lince de la extinción se vea frenado por un problema que se puede evitar".
En el año 2002, solo quedaban 92 linces en la naturaleza, por lo que este espectacular felino llegó a estar catalogado como en "Peligro crítico de extinción" a nivel mundial.
Los esfuerzos de conservación están dando sus frutos y hoy ya son casi 700 los que campean en libertad por la Península Ibérica.