El vigente Plan General de Ordenación Urbana de Toledo, aprobado en 1986, será historia en 2026. Resucitado en 2018 tras la anulación por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha del Plan de Ordenación Municipal de 2007, el actual equipo de Gobierno le ha puesto esta semana fecha de caducidad.
La intención es que el documento urbanístico que regirá el crecimiento de la capital regional en el segundo cuarto del siglo XXI esté vigente el último año de esta legislatura. El ambicioso calendario que se ha propuesto el Ejecutivo local tiene como primer hito la licitación de la asistencia técnica para la redacción del Plan, que pondrá fin a cuatro décadas de vigencia de un planeamiento desfasado, que se ha intentado ‘retocar’ a través de modificaciones puntuales, que ya suman 33.
Aunque la tramitación de la principal norma urbanística es farragosa, el Ayuntamiento de Toledo tiene parte del camino andado gracias a los trabajos realizados en la anterior legislatura pese a que el actual portavoz municipal, Juan José Alcalde, haya afirmado que sólo se han encontrado un “mapa pintado de colores”.
¿12.454 nuevas viviendas?
El equipo multidisciplinar que se haga cargo de la asistencia técnica deberá tener en cuenta, según consta en la documentación justificativa del contrato, “la Memoria Informativa y el Diagnóstico del Plan de Ordenación Municipal de Toledo, que se acompañaba de tres planos y que fue sometido a un proceso de participación ciudadana en 2022”.
Este documento planteaba la construcción de 12.454 nuevas viviendas distribuidas en sectores urbanizables como Observatorio (anterior PP-3 del POM de 2007), Fábrica de Papel, La Peraleda, San Bernardo-La Legua, Valparaíso, AVE-Huerta del Rey, Azucaica, ampliación del Polígono residencial, Ramabujas y Cerro de los Palos.
Entre los trabajos ya realizados destacan el documento de diagnóstico redactado por Ezquiaga Arquitectura, Sociedad y Territorio, el Plan de Movilidad Urbana Sostenible de 2021, el Plan de Acción de la Agenda Urbana Local, aprobado por la Junta de Gobierno Local en septiembre de 2022 y el Inventario de Bienes de Patrimonio Cultural para los Instrumentos de Ordenación Territorial y Urbanística de Castilla-La Mancha en el término municipal de Toledo, finalizado en 2023. Además, se deberá tener en cuenta las conclusiones de Plan de Infraestructura Verde y Azul que se halla en fase de licitación.
Aprovechar el trabajo realizado
“Si queremos cumplir con los plazos que nos hemos dado debemos aprovechar todo el trabajo ya realizado”, explica Florentino Delgado, concejal de Planeamiento del Ayuntamiento de Toledo.
El adjudicatario del contrato de la asistencia técnica, que ha sido licitado por 99.200 euros, deberá actualizar los datos de la Memoria Informativa del Plan de Ordenación Municipal, contando con los informes y estudios de la Empresa Municipal de Suelo y Vivienda.
Asimismo, deberá actualizar el resto de los apartados, principalmente los de planeamiento vigente, en tramitación o en ejecución, y el de ‘Diagnóstico general del municipio. Conclusiones’, teniendo en cuenta el proceso de participación ciudadana llevado a cabo y los 3 planos resumen del modelo territorial del POM con las propuestas finalmente admitidas, con el mismo grafismo sometido a participación ciudadana.
Así, deberá desarrollar las ideas propuestas en el documento de diagnóstico o por los agentes intervinientes en el proceso de participación, identificando problemas y definiendo soluciones.
Asimismo, la asistencia técnica deberá redactar los planos de información partiendo de la documentación existente tanto en el Ayuntamiento como en los servicios de cartografía disponibles en las diferentes Administraciones. El contrato también incluye el estudio y análisis de las infraestructuras existentes y su capacidad para absorber nuevos desarrollos.
Por último, el equipo deberá redactar los documentos de Ordenación del POM de Toledo, así como elaborar las contestaciones y la redacción de los informes que correspondan en el proceso de concertación interadministrativa del POM, así como la actualización del documento urbanístico según avance su tramitación, en coordinación con la documentación ambiental.
Aunque el informe medioambiental no está incluido en este contrato y será objeto de una licitación independiente, la asistencia técnica del Plan deberá elaborar separatas y resúmenes que se precisen para la elaboración de los documentos ambientales, así como las necesarias para facilitar las consultas, trámites de concertación, información pública e informes previstos en la normativa urbanística vigente.
Equipo multidisciplinar
El equipo redactor del nuevo Plan de Ordenación deberá estar encabezado por un arquitecto o un ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, que será el interlocutor con el Área de Urbanismo del Ayuntamiento de Toledo.
Además, la licitación tendrá en cuenta el diseño de un equipo multidisciplinar de profesionales cualificados y con experiencia acreditada en la redacción de este tipo de planes. Así se valorará la inclusión de un especialista en planificación urbanística, morfología, estructura urbana, paisaje y medio ambiente, así como de un experto en el estudio y análisis de infraestructuras, equipamientos y movilidad urbana.
También se premiará la incorporación de un especialista jurídico en urbanismo, con experiencia en el tratamiento de temas relacionados con el dominio público, las expropiaciones y la gestión urbanística y la presencia de un experto en la creación y edición de geodatabases.
“La contratación de la asistencia técnica es necesaria porque los técnicos y funcionarios del área de Urbanismo del Ayuntamiento no pueden aparcar ni descuidar ni aplazar la gestión diaria del resto de los asuntos urbanísticos”, explica Florentino Delgado.
Una carrera de veinticuatro meses
Para conseguir la aprobación definitiva del Plan de Ordenación en dos años, la asistencia técnica deberá trabajar con unos plazos casi inamovibles. Tras la adjudicación del contrato contará con 8 meses para presentar la documentación completa del Plan.
La segunda parte terminará con la aprobación inicial del nuevo planeamiento urbanístico por parte del Ayuntamiento de Toledo e incluye el proceso de concertación administrativa y tendrá una duración de 10 meses.
La tercera fase, que desembocará en la aprobación definitiva por parte de la Consejería de Fomento de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, se alargará durante seis meses.