El pasado domingo el militar retirado Blas Piñar Gutiérrez, hijo del ultraderechista y fundador de Fuerza Nueva Blas Piñar López, ofreció e impuso su fajín rojo de general del Ejército a la Virgen de la Alegría en la iglesia de San Andrés de Toledo. Una celebración religiosa que han criticado y de la que se han desmarcado públicamente, a través de un comunicado, un grupo de cofrades de consideran el acto como "contrario a los principios que defendemos, que incluyen el compromiso con la democracia y la Constitución Española".
Para estos devotos de "nuestra amada Virgen de la Alegría", Blas Piñar Gutiérrez -que siendo capitán fue promotor y firmante de un manifiesto de apoyo a los golpistas del 23F- se trata de "un personaje asociado con posturas políticas controvertidas y en ocasiones contrarias a los valores democráticos", por lo que han llamado a las "autoridades eclesiásticas y locales" a la "reflexión sobre este acontecimiento", solicitándoles "que se respeten los valores cristianos de amor, unidad y tolerancia".
Sin embargo, el Arzobispado de Toledo, cuyo titular es Francisco Cerro Chaves, emitía a última hora de este lunes un comunicado en el que, tras la "polémica" suscitada, "lamenta y rechaza cualquier lectura política partidista de una celebración religiosa".
El Arzobispado lo desconocía
"La Virgen María es madre de todos los creyentes. Por eso, ruega que se evite toda actitud que sitúe en el centro de una polémica a aquella que se preocupa sobre todo por la unidad de sus hijos en torno a la paz de Jesucristo", ha defendido el Arzobispado, que asegura desconocer "tanto el acto de aceptación del exvoto para la Virgen de la Alegría como las supuestas quejas consiguientes de algunos cofrades que refieren los medios".
La diócesis toledana, además, justifica la imposición del fajín de Blas Piñar Gutiérrez a la imagen después de haber hablado con el párroco de San Andrés y con la directiva de la Hermandad de la Virgen de la Alegría, que han "aclarado que se trataba de un acto netamente religioso sin ninguna connotación política".
"La aceptación de exvotos ofrecidos a las imágenes de la Virgen es una práctica común que han llevado a cabo profesionales de diversa índole (deportistas, toreros, artistas...) y que, en este caso, quiso hacer un militar retirado como cofrade de la Hermandad, con aceptación de la junta directiva de la misma", han defendido desde la institución arzobispal.
En declaraciones a Canal Diocesano, una televisión del propio Arzobispado de Toledo, Blas Piñar Gutiérrez explicaba días antes de la ofrenda: "Más que un honor personal, el fajín es una nueva obligación que te imponen las propias Fuerzas Armadas para seguir adelante con la profesión que has elegido. Esto es lo que significa el fajín y esto es lo que queremos tanto la Hermandad, que me lo ha solicitado, como yo, ofrecer a la Virgen María. El esfuerzo colectivo por amor a Dios y por amor a España".
A la eucaristía del pasado domingo en la iglesia de San Andrés asistieron, junto al general retirado y directivos de la Hermandad, miembros del equipo de Gobierno del Ayuntamiento toledano como la vicealcaldesa Inés Cañizares (Vox) y el portavoz Juan José Alcalde (PP), así como autoridades militares y policiales.