La Fiscalía pide una pena de 10 años de prisión para un sacerdote de Toledo por un posible delito continuado de abusos sexuales. Este ha negado este lunes los cargos en la primera jornada del juicio que ha comenzado este lunes en la Audiencia Provincial de León. Asimismo, ha expresado que la supuesta víctima, que entonces era menor de edad, sufre trastornos de personalidad con un desmedido interés por llamar la atención.
Se celebra en la capital leonesa al dictaminarse durante la instrucción que el primer abuso tipificado como tal se cometió en la localidad de La Bañeza durante unos ejercicios espirituales.
En este sentido, ha afirmado que esta persona es problemática y buscó su apoyo al sufrir acoso por parte de sus compañeros en el seminario menor de Toledo en el que estudiaba.
Denuncia
La supuesta víctima ha relatado que estos abusos comenzaron en el año 2005 y duraron hasta 2007, cuando tenía entre 14 y 16 años. Según esta, los más graves tuvieron lugar en La Bañeza durante unos ejercicios espirituales que duraron 8 días, aunque habían comenzado antes en el seminario y durante un viaje a Valencia para asistir el Encuentro de las familias que se celebró en julio de 2006.
Ha expresado que el cura fue ganándose su confianza y que los abusos comenzaron poco a poco, intensificándose y haciéndose más graves con el paso del tiempo.
Al respecto, ha afirmado que los abusos que sufrió le causaron desconcierto y no supo entender muy bien lo que estaba pasando porque el cura la repetía que lo que hacían era lo normal entre personas que se querían. Esto lo le llevó a un estado de depresión y ansiedad por el que lleva muchos años en tratamiento.
Por último, ha incidido en que denunció lo ocurrido a otro sacerdote en 2009, pero tras comprobar que no se tomaban medidas optó por llevar el caso a la justicia en 2016. Durante la instrucción del caso, el acusado fue apartado de sus labores docentes por la Diócesis de Toledo y paso temporadas en el seminario de Moyobamba, en Perú.