El XVII Congreso Nacional de Enfermería Quirúrgica ha sido inaugurado este miércoles, 22 de marzo, por la presidenta ejecutiva de EL ESPAÑOL - EL DIGITAL CLM, Esther Esteban, en el Hotel Beatriz de Toledo. Serán unas jornadas que se celebrarán hasta el próximo viernes, 24 de marzo. En el acto de clausura tendrá lugar la entrega de premios, que estará presidida por Juan Blas Quílez, gerente del Complejo Hospitalario de Toledo.
Organizado por la Asociación Española de Enfermería Quirúrgica (AEEQ), la conferencia de apertura ha sido la titulada 'Enfermeras de quirófano y periodistas: vocación y falta de visibilidad'. En ella, la periodista ha hablado sobre los logros y desafíos que quedan por delante.
A la inauguración también han asistido personalidades como Ángeles Martín Octavio, directora general de Atención Primaria, y Ana Belén Abellán, concejala de Igualdad y Servicios Sociales de Toledo.
Durante las jornadas, que reunirán a más de 500 enfermeras quirúrgicas de diversos lugares de España, se van a desarrollar ponencias sobre las nuevas tecnologías, la investigación enfermera, la legislación o la esterilización y dará la oportunidad a los profesionales de enfermería quirúrgica de hacer una puesta en común de sus conocimientos y experiencias.
La organización valora el evento como "una oportunidad para los enfermeros de quirófano para actualizar conocimientos y una puesta en común de los proyectos de investigación enfermera. Un encuentro enriquecedor en el que, además, se compartirá la experiencia de profesionales con el fin de contribuir a una sanidad más eficiente, enriquecedora y cercana al paciente".
El programa de estas jornadas cuenta con conferencias magistrales, mesas redondas y symposium, además de diferentes talleres en los que asistentes profundizarán en las distintas especialidades quirúrgicas. Puede consultarse a través de este enlace.
Paralelismos entre el periodismo y la enfermería
Esther Esteban ha comenzado su discurso poniendo en valor lo que comparte con el ámbito de la enfermería: la vocación, la conciencia y la invisibilidad. "Es un honor estar aquí para inaugurar el Congreso y he comprendido que el periodismo tiene mucho en común con la enfermería de quirófano porque ambos campos exigen precisión, atención al detalle y la capacidad de trabajar bajo presión".
"Espero que este congreso sea una oportunidad para que ustedes compartan experiencias y conocimientos para mejorar en su importante labor y para que entre todos podamos dar visibilidad real a su trabajo, la mayoría de las veces invisible de cara a la opinión pública". Al respecto, ha recordado algún ejemplo en el que se evidencia esta invisibilidad.
Por otro lado, se ha preguntado por qué la especialidad no existe para los enfermeros a estas alturas. "Necesitan una especialidad, no porque se les pague más, sino por seguridad del paciente. El Ministerio de Sanidad debe ponerse las pilas, pero también ustedes. Son 18.000 enfermeras de quirófano y para que se les tenga en cuenta tienen que estar asociadas un 70 por ciento, mientras la Asociación Española de Enfermería Quirúrgica cuenta solo con 700 socios".
Otra de las injusticias que ha relatado Esteban ha sido la que las enfermeras de quirófano han vivido tras la pandemia. "En esa época los medios prestamos mucha atención a vuestro colectivo. Os llamábamos siempre para tranquilizar a una población asustada, pero resultó ser eso, un espejismo. De hecho, cuando plantean la necesidad de ser una especialidad nadie las escucha".
Por otro lado, Esther Esteban ha reconocido la dificultad que ha supuesto el traslado simultáneo del Hospital Virgen de la Salud de Toledo al Hospital Universitario. "He podido ver las fotos de ese traslado y puedo decir que ha sido una labor titánica". Sin embargo, "los periodistas entrevistamos a políticos orgullos por la puesta en marcha del nuevo hospital y a los máximos responsables de este, pero en ningún caso solicitamos las fotos y testimonios que ahora yo he podido conocer gracias a este Congreso".
El estereotipo de género es otro de los motivos de la falta de visibilidad para la periodista, además de la falta de comprensión de la especialización y la falta de representación en los medios de comunicación.
"Enfermeras y periodistas no debemos lealtad a quien nos paga un sueldo, sino al destinatario último de nuestro trabajo, que en su caso es el enfermo y en el mío el público receptor de la información. Nosotros no somos responsables de una cuenta de resultados, sino de algo muy superior en importancia, como la salud pública o el derecho a la libertad de expresión e información".
Para terminar, ha hecho un paralelismo de la situación actual del periodismo y de las enfermeras. "Hubo un tiempo en que los medios de comunicación fueron llamados 'el cuarto poder' por su función de control y contrapeso del poder político y económico. En la actualidad, ese papel ha cambiado y estamos más cercanos a la complicidad con esos poderes". En este escenario ha recordado que los periodistas no trabajan para su redactor jefe o para su empresario, sino para la gente que los ve, los escucha o los lee, de la misma manera que "una enfermera de quirófano no sirve a su jefe de servicio, o al gerente de su hospital, sino al enfermo, al paciente que ha depositado en sus manos su vida, su confianza y sus esperanzas".
"No somos mercenarios, sino voluntarios de una causa en la que hemos de creer y a la que sólo podemos dedicarnos desde la vocación y el respeto por la conciencia que late en lo más profundo de nosotros. Como decía Montanelli, la independencia es posible, siempre que uno esté dispuesto a pagar el precio, que siempre resulta muy elevado".