La Sociedad Gitana Española ha exigido al Gobierno de España que se implique de manera directa en la búsqueda del menor Ángel, desaparecido en Madrid junto con su primo Fernando, cuyo cadáver fue hallado en un vertedero de Toledo. En concreto, se han dirigido al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, pidiendo una implicación como en el caso de Diana Quer o Julen.
"El Gobierno y el Ministerio de Interior se pusieron al frente de la investigación y de la búsqueda dando ruedas de prensa prácticamente a diario y poniendo a disposición de los investigadores todos los medios materiales, humanos y tecnológicos para esclarecer la verdad y buscar a los desaparecidos". Según Europa Press, exigen la "misma contundencia" en esta búsqueda. "De no llevar a cabo la misma contundencia empezaríamos a hablar de discriminación y de racismo".
La Sociedad Gitana Española afirma que "está utilizando sus redes de información de la provincia de Toledo para captar datos de lo que haya podido ocurrir tanto con el niño encontrado en el vertedero como donde está el otro menor". Por ello, han creado una comisión encabezada por Sinaí Giménez, Juan José Cortés y Antonio Martín. "Esta investigación paralela a la de la Policía Nacional está dando sus frutos y estos son trasladados de forma inmediata a los investigadores de la Policía Nacional, no descartando contratar a detectives privados si vemos que la investigación y la búsqueda no avanza".
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Búsqueda del cadáver
Tal y como informó EL ESPAÑOL – EL DIGITAL CLM, será esta semana cuando arranquen las labores de búsqueda del cadáver del menor en el Ecoparque de Toledo.
La operación implica numerosas dificultades técnicas que hacen necesaria una gran cantidad de personal y maquinaria específica pesada, de la cual no podía disponer la policía la pasada semana. Así, el pasado 22 de diciembre, el Juzgado de Instrucción número 3 de Toledo dictó un auto para autorizar la paralización de la actividad del macrovertedero toledano.
El informe preliminar de la autopsia de Fernando Fernández, cuyos restos fueron identificados el pasado jueves por sus familiares gracias a un tatuaje, indica que el joven murió por asfixia.
Desaparición de los menores
El pasado jueves, 15 de diciembre, se halló el cadáver de Fernando Fernández, entre desechos, en una cinta transportadora del Ecoparque de residuos de Toledo. El joven de 17 años es uno de los dos menores que desaparecieron el 10 de diciembre en Madrid. La Policía Nacional busca ahora a Ángel, el otro menor de 11 años que sigue en paradero desconocido.
Fuentes de la Policía Nacional detallaron que el cadáver no se encontraba desmembrado ni sufría signos de violencia, pero sí lesiones que son compatibles con los daños que pueden producir las diferentes máquinas que procesan los residuos. Debido al estado del cuerpo, no se pudo identificar al joven hasta la mañana de este miércoles, 21 de diciembre, gracias al cotejo de una huella dactilar.
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Ambos chicos desaparecieron a la salida de un supermercado del barrio de Carabanchel de Madrid. A ambos se les perdió la pista sobre las 16 horas del 10 de diciembre, al salir de un establecimiento de la marca Hiper Usera ubicado en la calle General Ricardos de la capital. Por el momento, no está claro si se trata de una desaparición voluntaria con un trágico final o si existe algo más detrás.
Ese mismo día se dirigieron a la boca de Metro de Oporto y se bajaron en la parada de Marqués de Vadillo, donde fueron grabados por una cámara por última vez en Madrid. A esta grabación hay que añadir otra de los jóvenes en Toledo, según ha confirmado un familiar en el programa Cuatro al Día. Esta misma persona ha reconocido también que la víctima podría estar manteniendo una relación sentimental con una joven de la capital castellano-manchega. Al parecer, el día de la desaparición los padres de Fernando se pusieron en contacto con los de la chica, que les dijeron que no sabían nada de ellos y que la joven se encontraba en su domicilio.
Por el momento, todas las hipótesis siguen abiertas, pero una de las líneas de investigación de la Policía apunta a que los jóvenes podrían haberse refugiado del mal tiempo en el interior de un contenedor y fueron sorprendidos por el camión de recogida, provocando su muerte de manera accidental. Por su parte, los familiares de los dos chicos siempre han mantenido que no se trataba de una desaparición voluntaria.