El chef y maestro de cocineros Abraham García (Robledillo, Toledo) cerrará la próxima primavera su mítico restaurante Veridiana tras más de 40 años de carrera. "Me he propuesto no pasar más allá del 24 de abril, que es mi cumpleaños", ha anunciado en una entrevista concedida a la Cadena SER.
Abraham, que se define como "un pastor de los Montes de Toledo venido a más", fue pionero de la cocina fusión y acaba de recibir el Premio Nacional de Gastronomía Toda Una Vida. Pero ahora, a sus 73 años, asegura que lleva tiempo con ganas de jubilarse y que si todavía no lo ha hecho es porque no ha recibido una buena oferta de traspaso.
El cocinero ha explicado que cada 14 de abril, como buen "republicano convicto", suele "brindar y derrochar el champagne", por lo que su idea es que el cierre del restaurante coincida con esta fecha. "Así acabaré, para que no me entre un ramalazo de nostalgia. No creo que vaya más allá del 24 de abril. Son demasiados años con la cabeza enharinada. Este año pienso colgar las sartenes", ha dicho.
Fue el maestro de David Muñoz
Este chef toledano es en uno de los más originales e influyentes de la gastronomía española. Según ha comentado durante la entrevista, aprendió a cocinar entre las sartenes de su madre "en la menesterosa España de aquel tiempo", pero se ruboriza cuando le llaman genio porque considera que no tiene un talento especial, sino "cierta intuición y sentido del gusto".
En 1978, abrió en Madrid el restaurante Veridiana y en los años 90 consiguió una estrella Michelin. De hecho, la genialidad de Dabiz Muñoz se forjó en sus cocinas y hoy en día sus platos guardan muchas similitudes. Él mismo contaba a Abraham que de pequeño sus padres le llevaron un día a Viridiana, y que si lo normal a su edad era idolatrar a futbolistas, él sentía una especial devoción por el chef del sombrero.
Comer en Viridiana es como asistir a una clase magistral de cocina en la que el maestro Abraham García ofrece hasta el más mínimo detalle sobre los productos que trabaja. Entre sus platos icónicos destacan la liebre, las migas que cocinaban sus padres, los huevos con trufa o las lentejas con curry. Y como buen enamorado de las culturas de otros países, en especial la de México, en su cocina se respira un profundo mestizaje de despensas.