El arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves, ha apelado a mirar a Cristo como "remedio a la soledad" y para recuperar "la esperanza" en un mundo que la ha perdido. "No tenemos esperanza casi en nada", ha asegurado en su primer Corpus Christi con normalidad después de la pandemia.
Durante su homilía en la Santa Misa en Rito Hispano-Mozárabe con motivo del Corpus Christi en la capital, ha señalado que "nuestro mundo no es un mundo que no crea", es "creyente a su manera", puntualizando que "le cuesta aceptar" la fe cristiana porque "ha perdido la esperanza".
Ante el sentimiento de llevar "una vida lánguida, triste o desalentada", hay que preguntarse "si tenemos contacto con Cristo", ha manifestado Cerro Chaves, que se ha mostrado convencido de que la esperanza no se consigue "con sucedáneos".
A su parecer, "otro mundo es posible" con ayuda de Cristo, y ha señalado que "no hacemos lo suficiente para parar la guerra, la crisis o las dificultades de la vida".
Por este motivo, ha llamado a acercarse al Corpus, para que "nos haga un poco mejores y nos ayude a acercarnos a las personas que viven inmersos en tantos dramas y dificultades", porque Dios "no abandona a nadie".
El arzobispo ha remarcado que es una fecha muy esperada por todos para "ver a Dios en la calle", recordando a las víctimas del COVID, a los que sufren la guerra --de Ucrania-- y a los que viven tantas "tragedias" en esta "especie de tercera guerra mundial, como dice el Papa".