Carlos Velázquez ha rechazado ser nombrado portavoz del Partido Popular de la Diputación de Toledo mediante un escrito dirigido al presidente de la institución provincial en el que solicita que no se dé curso a ninguna petición sobre su alta como Diputado con liberación.
Con dicho escrito, al que ha tenido acceso este diario, Velázquez deja en suspenso su nombramiento como portavoz del PP en la Diputación, cargo para el que había sido propuesto por el actual presidente del grupo, Manuel Fernández, mediante una comunicación oficial firmada por la mayoría de los diputados "populares". En aquel escrito del 31 de enero solicitaban al presidente de la institución, el socialista Álvaro Gutiérrez, un cambio en la portavocía del Grupo Popular: comunicaban el cese de Pedro Casas como portavoz y, a la vez, el nombramiento de Carlos Velázquez. Los dos rúbricas de los dos implicados de manera directa eran las únicas que no aparecían en el documento.
Lo que en un principio se presentaba como el cumplimiento de un supuesto pacto entre Carlos Velázquez como presidente del PP de Toledo y las direcciones del partido a nivel regional y nacional, se trataba en realidad de una profunda crisis interna y una guerra por la presidencia del grupo en la Diputación que, según todos los indicios, sigue abierta y sus consecuencias son imprevisibles.
En su escrito al presidente de la Diputación, fechado el pasado miércoles, 9 de febrero, Carlos Velázquez expone que "encontrándose en periodo de finalización y cierre de diferentes cuestiones relacionadas con su actual trabajo y siendo conocedor del escrito presentado por el Grupo Popular de la Diputación de Toledo en fecha 31/01/2022", solicita que "no se dé curso a ninguna petición sobre su alta como Diputado con liberación en la Exma. Diputación de Toledo entre tanto no se realice una comunicación expresa por su parte y en el momento en que el solicitante considere más procedente al efecto de coordinar su baja en el actual trabajo y alta en la Institución provincial en la forma más apropiada".
Es decir, por el momento renuncia a ser nombrado portavoz. Su idea, tal como se expuso en la comisión ejecutiva provincial del PP celebrada el mismo 31 de enero en que se presentó el escrito de los siete diputados, es la de asumir el cargo de presidente del grupo, en línea con lo que establecen los estatutos del partido. La mayoría de los diputados proviciales entienden que los cargos de la dirección del grupo los nombra el propio grupo, por lo que se mantienen por el momento en sus trece para que Manuel Fernández siga siendo su presidente.
Si ha habido negociaciones entre las partes implicadas, tal como indican fuentes informadas, no han servido para nada. El enfrentamiento sigue abierto y a la espera de que se pronuncien desde la dirección regional o desde la nacional. El caso, al igual que ocurrió en Guadalajara con un problema idéntico en el grupo del PP de la Diputación, podría acabar en los tribunales de justicia. Mientras tanto, se estima que esta guerra interna y la tensión que origina es nefasta para los intereses electorales del PP en Toledo y en Castilla-La Mancha.