Un edificio deshabitado del corazón de Toledo, que se levanta entre la calle de la Plata y el callejón de los Husillos, ha aparecido este jueves lleno de carteles de "se vende". Pero no es que sus propietarios quieran deshacerse del mismo cuanto antes sino que se trata de una llamativa acción de protesta, por ahora no reivindicada formalmente, contra el proyecto de un hotel de grandes dimensiones que ocupará once parcelas y más de 2.000 metros cuadrados de esta céntrica zona del Casco Histórico.
El futuro hotel ocupará, entre otras, varias parcelas propiedad del Ayuntamiento de Toledo que fueron cedidas en 2001 para que la Consejería de Educación de la Junta levantase una residencia universitaria, un proyecto que años después quedó en un cajón y nunca se llevará a cabo.
En los carteles de "se vende", un total de quince, aparecen palabras como "macrohotel", "parque temático", "decorado" o los nombres de "Mila" o "Emiliano", en referencia a la alcaldesa de Toledo y al presidente de Castilla-La Mancha, Milagros Tolón y Emiliano García-Page, respectivamente.
Además, se incluyen los números de teléfono reales de instituciones como el propio Ayuntamiento toledano, la Empresa Municipal de la Vivienda, la Cámara de Comercio y la Delegación de Cultura de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en Toledo.
Se entiende que los artífices de esta protesta están ofreciendo a los ciudadanos la posibilidad de ponerse en contacto con las administraciones locales y regionales para pedirles explicaciones por el incremento de plazas hoteleras y de alojamientos turísticos en el Casco Histórico de la capital, que algunas plataformas consideran que supone convertir al barrio en un lucrativo espacio para el sector hostelero pero inhabitable para los vecinos, que ven desaparecer el comercio tradicional y cómo cada vez quedan menos viviendas.
Descontento del vecindario
A este respecto, la asociación de vecinos 'Iniciativa Ciudadana' ha asegurado a EL DIGITAL que "si el Ayuntamiento de Toledo reconoce que el Casco Histórico tiene un evidente y grave problema de población residente insuficiente, debería orientar su política urbanística a mantener y recobrar vecindario y a recuperar el parque de viviendas residenciales vacías para que vuelvan a ser habitadas por vecinos reales".
"Un Gobierno local que sigue autorizando que edificios o viviendas residenciales vacíos cambien su uso para convertirse en negocios de alojamientos turísticos, hoteleros o extra hoteleros, y además recibiendo subvenciones directas o indirectas de dinero público, es evidente que va en dirección contraria a recuperar vecindario", han añadido.
Desde esta asociación de vecinos del Casco Histórico toledano consideran que la acción de protesta con los carteles de "se vende" hace visible "la gran preocupación y el legítimo descontento del vecindario residente del Casco frente a la turistificación urbanística, comercial y de servicios que sufre el barrio".
Espacios de diálogo
Por su parte, desde la asociación 'Territorio Vecinal', que apuesta por la recuperación de los espacios públicos del barrio para los residentes, afirman que tampoco son los artífices de esta protesta pero que la misma evidencia que "es necesario establecer un diálogo entre la vecindad y las instituciones".
"Cuando hemos visto los carteles nos han sorprendido, pero es cierto que desde que se ha reavivado el auge turístico al Casco los vecinos vuelven a estar inquietos y es más necesario que nunca abrir espacios de diálogo con las instituciones para que los residentes y los visitantes puedan convivir. Creemos que el Ayuntamiento también está en esa línea", han finalizado.