El nuevo Hospital Universitario de Toledo no estará funcionando a pleno rendimiento para el Corpus Christi, que se celebra el próximo 3 de junio, tal y como tenía en mente el Gobierno de Castilla-La Mancha cuando a finales del pasado mes de noviembre los reyes de España inauguraron el flamante centro sanitario, que actualmente acoge servicios que ni requieren ingreso ni son urgentes, tales como Rehabilitación, Hospital de Día o consultas externas de diversas especialidades médicas, entre otros.
El director gerente del Complejo Hospitalario de Toledo, Juan Blas Quílez, ha explicado a EL DIGITAL que "múltiples factores" están retrasando la segunda fase del traslado desde el vetusto Virgen de la Salud, quetendrá que alargar su vida útil varios meses más de lo previsto inicialmente. El doctor prefiere ser prudente y no adelantar la fecha concreta en la que el Hospital Universitario, ubicado en el barrio del Polígono, trabaje al cien por cien de sus posibilidades. Eso sí,asegura estar "totalmente seguro de que va a ser este año", incluyendo la hospitalización, los quirófanos y el servicio de Urgencias.
El doctor Blas Quílez apunta fundamentalmente a tres causas como las responsables de este parón en la segunda fase de la mudanza, que todavía no ha podido arrancar pese a que debería haberlo hecho la segunda semana de abril para finalizar la primera de junio, según la cronología publicada en la página web del propio Hospital Universitario.
Las tres causas del retraso
La primera de ellas es la presión asistencial que está ejerciendo la pandemia de coronavirus. "Desde que se inició el traslado hemos tenido dos olas de covid. Toledo ha sido la provincia más comprometida de toda Castilla-La Mancha, con diferencia, y sigue siéndolo. Tenemos todavía más de cien pacientes con coronavirus ingresados y 24 en camas UVI, algo que nos obliga a destinar todos nuestros recursos disponibles. Además, el público está viniendo con mayor afluencia a Urgencias, donde ya estamos en cifras anteriores a la pandemia", explica.
El segundo motivo está también vinculado con la pandemia, pero en su vertiente laboral. Según el director gerente del Complejo Hospitalario de Toledo, la crisis del coronavirus ha obligado a numerosas empresas del sector sanitario a presentar Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que han mermado sus plantillas y, por tanto, su capacidad de producción, impidiendo la llegada a tiempo de los aparatos médicos que se habían comprometido a entregar para el nuevo Hospital Universitario. "Los proveedores nos han pedido por favor que les diésemos un poco más de tiempo para la producción de los equipos que nos tienen que suministrar. A veces les concedes un mes y son dos meses los que se tardan. Luego hay que instalar los equipos, comprobarlos... Y el traslado lo tenemos que hacer con las mayores garantías del mundo para los profesionales y para los usuarios", recuerda Blas Quílez.
Por último, el director gerente apunta como tercera razón del retraso en el traslado las impugnaciones judiciales que realizan las empresas adjudicatarias de los contratos de suministro cuando no resultan elegidas en el concurso público. "Estas impugnaciones de unas casas contra otras, automáticamente, demoran como mínimo tres meses el suministro de los equipos que hemos comprado, que no se resuelve hasta que no hay una decisión judicial.Actualmente hay cinco o seis concursos judicializados, pero no se puede saber con certeza si se van a presentar más o cuándo se van a resolver los que están activos", reconoceBlas Quílez.
"Tenemos que ser prudentes"
"No es porque no tengamos ganas, pero todo este acúmulo de circunstancias nos está haciendo que vayamos un poco más demorados en el traslado al nuevo hospital.Ojalá pudiésemos tenerlo completado para el Corpus, pero son múltiples factores los que están influyendo y tenemos que ser prudentes. No podemos hacer un traslado masivo sin tener todas las garantías de poder prestar una asistencia en condiciones a los ciudadanos", considera el máximo responsable del Complejo Hospitalario toledano, que insiste en que actualmente no puede ofrecer plazos concretos para completar el proceso al no haber "fechas marcadas".
"Este es un proceso muy complejo y no le puedo decir exactamente.Dependemos de las impugnaciones y de las solicitudes que nos han hecho las empresas de demorar un poco las entregas pero, indudablemente, en este año", asegura Blas Quílez, que recuerda que en el Hospital Universitario de Toledo ya trabajan a diario300 profesionales y que allí se han atendido ya más de 16.000 consultas. "Está cogiendo una velocidad de crucero a nivel ambulatorio y queremos que esto mismo ocurra cuanto antes a nivel hospitalización. En el momento en el que los proveedores nos suministren los equipos y que podamos liberarnos un poquito de la presión asistencial, por supuesto que vamos a dedicar todos nuestros recursos a realizar el traslado lo antes posible", explica.
La alta tensión no es un problema
Además, el responsable sanitario ha dejado claro que el hecho de que todavía no se haya completado la instalación de la línea de alta tensión que conectará el Hospital Universitario con la subestación eléctrica de Azucaica, cuyas obras comenzaron el pasado mes de abril y cuentan con un plazo máximo de ejecución de 18 meses, no influye en el cronograma de traslado.
"El hospital ya tiene alta tensión y ahora se está instalando es una segunda central de acometida, que puede considerarse de seguridad y de refuerzo. La que ya tenemos actualmente es válida para funcionar pero esta segunda línea nos permitirá usar los 25 quirófanos a la vez, utilizarlos mañana, tarde y noche y no solo durante las horas de sol, etc.", señala antes de asegurar que, pese a todo, la conexión con esta línea complementaria estará lista en las próximas semanas, antes de que se complete la mudanza desde el Virgen de la Salud.
Por último, Blas Quílezno se plantea por el momento una ubicación alternativa para el centro de vacunación masiva contra el coronavirus, que funciona desde hace semanas en las Urgencias del nuevo hospital del Polígono, cuando comience a darse al edificio el uso para el que ha sido concebido y allí comiencen a ser atendidos los pacientes con dolencias graves. "La zona es tan grande que podríamos montar hasta tres circuitos de vacunación diferentes si fuese necesario y atender pacientes a la vez", aunque recuerda que Urgencias será el último servicio en abandonar el Virgen de la Salud.