El joven de 31 años que fue mordido por una serpiente de cascabel el pasado domingo 28 de febrero en la provincia de Toledo era un gran conocedor de este tipo de animales, tal y como pudo comprobar la Guardia Civil días más tarde, cuando descubrió en un cuarto acondicionado, dentro de una finca propiedad de la víctima, una peligrosa colección con más de 40 reptiles venenosos (cobras, víboras, mambas...) y 12 escorpiones letales. Por todo ello, ahora se le investiga por varios delitos relacionados con la fauna y contra la seguridad colectiva.
Según ha podido saber EL DIGITAL de fuentes cercanas al caso, fue el propio damnificado quien, al llamar a los servicios de emergencia, indicó qué tipo de serpiente le había mordido. Además, sabedor de que en el hospital Virgen de la Salud de Toledo, donde fue atendido primero en la UCI y después en planta, no iban a disponer del exclusivo antídoto necesario para neutralizar el veneno, instó a llamar al parque zoológico madrileño Faunia para conseguir el fármaco, puesto que la gente del 'mundillo' es consciente de que allí se exhiben algunos de los animales más peligrosos del mundo y cuentan con todas las medidas de seguridad necesarias para responder en caso de accidente, incluido un banco privado de contravenenos único en España.
A 1.200 euros el vial
Desde Faunia han confirmado a este periódico que, efectivamente, el antídoto para tratar al joven toledano salió del parque y que, en concreto, se trata del medicamentoAntivipmyn, producido en México -las serpientes de cascabel no habitan de forma natural fuera de América del Norte y Centroamérica- a base de plasma depurado de caballo al que se le han inyectado pequeñas dosis de veneno para que genere anticuerpos.
Su precio, aunque no es de los más caros del mercado, donde hay fármacos similares que cuestan hasta 20.000 euros, ronda los 1.200 euros por vial, una cuantía que por ahora ha asumido la sanidad pública castellano-manchega. Por el momento de desconoce si se iniciarán los trámites para imputar la factura al joven mordido por la serpiente, en caso de que se demuestre que el suceso se produjo por una negligencia manifiesta.
"Cuando hay algún accidente de este tipo el Instituto de Toxicología y los propios hospitales se ponen en contacto con nosotros porque saben que tenemos un banco privado de antídotos para seguridad de nuestro personal. No nos viene bien entregar este tipo de medicamentos porque nos deja varios días al descubierto ya que son muy difíciles de reponer, y se necesitan muchos permisos especiales para conseguirlos, pero lo hacemos porque lo contrario sería una omisión del deber de socorro", cuenta a EL DIGITALAlessandro Alviani, colaborador de Faunia experto en herpetología y que forma en este tipo de situaciones a bomberos y fuerzas de seguridad del Estado.
En esta ocasión, el fármaco llegó desde Faunia hasta el hospital Virgen de la Salud de la capital de Castilla-La Mancha en poco más de una hora. "Fue sencillo porque estábamos cerca y porque el Antivipmyn solo necesita mantenerse refrigerado a 7 u 8 grados, lo que se consigue con una nevera de las típicas de corcho, de las normales", asegura Alviani, que explica que ante una mordedura de serpiente cascabel normal, como la que protagonizó el incidente en Toledo, hay un margen de varias horas para inyectar el antídoto.
Un dolor muy intenso
"Cuando te muerde una serpiente venenosa lo sabes porque el dolor es muy, muy intenso. Si tienes dudas es que no era una serpiente venenosa. En este caso se trataba de unaserpiente cascabel clásica, la normal, que es la mas frecuente en colecciones privadas porque es económica, no muy grande, fuerte y cría bien. Si la mordedura no es muy grave tienes 7 u 8 horas para inocular el antídoto, y se va a haciendo poco a poco. Como cada mordedura es diferente y cada cuerpo reacciona de manera distinta hay que ir aplicando dosis progresivamente hasta conseguir el efecto deseado", explica el experto en reptiles de Faunia.
Alviani, además, asegura que "es casi imposible que una serpiente de cascabel te muerda" si manipulas al animal en base a los protocolos estándar de seguridad. "Nosotros lo hacemos con guantes carísimos antimordedura y jamás de una manera directa. Hay que hacerlo con herramientas tipo pinza o gancho de 70 u 80 centímetros de longitud", añade.
"En 40 años nunca he visto a una serpiente, ni de cascabel ni de cualquier otro tipo, que se haya escapado de terrario y que te espere para tirarse a tu cuello. Si se escapa porque hay algún fallo se va a esconder, a arrinconar o a irse a algún recoveco. Cuando se produce la mordedura es por un fallo humano o por una imprudencia", zanja el experto.