Agentes de la Guardia Civil de Moraira y Benissa (Alicante) han detenido a cinco personas, todos ellos miembros de una misma familia de entre 27 y 54 años, acusados de formar un grupo especializado acusado de 95 delitos, entre ellos, robos en el interior de viviendas de las tres provincias de la Comunitat Valenciana y Cuenca.
Los presuntos autores, una familia residente en Riba-roja formada por cuatro españoles y un ciudadano de nacionalidad maliense, supuestamente accedían a las diferentes viviendas sin importar si en ellas había moradores. En el caso de que los hubiera, se descalzaban para no hacer ruido y poder sustraer objetos de valor como joyas, tarjetas de crédito o dinero en metálico, según ha informado el instituto armado en un comunicado.
La investigación, pese a que continúa abierta para determinar la posible participación de los detenidos en más hechos delictivos, ha esclarecido que de manera "coordinada y concertada", el presunto cabecilla, de 27 años, junto a una mujer de 43 utilizaban diferentes vehículos de su titularidad o de terceros para desplazarse a numerosas localidades y cometer robos durante los trayectos de ida y vuelta.
Asimismo, este grupo se ramificaba, a su vez, en una red de "colaboradores", para lograr dar salida, de manera "casi inmediata", a los numerosos objetos sustraídos en los diversos robos y hurtos, muchos de los cuales iban destinados a Mali.
Los agentes del Equipo de Investigación de Moraira-Benissa habían detectado en el verano un incremento en la comisión de hechos delictivos contra el patrimonio y el orden socioeconómico, con un modus operandi muy similar en todos los casos.
Los detenidos ya han sido puestos a disposición del Juzgado número 3 de Dénia, que ha decretado el ingreso en prisión provisional sin fianza del detenido de 27 años, por ser considerado el líder de este entramado delictivo, mientras que los otros cuatro restantes están en libertad con cargos, a la espera de juicio.
La Guardia Civil les considera presuntos autores de hasta 95 delitos, entre los que destacan robos con fuerza en interior de vivienda, con y sin moradores; hurtos en interior de vivienda; estafas bancarias por uso fraudulento de tarjetas); receptación; blanqueo de capitales; usurpación de estado civil; usurpación de bienes inmuebles, contra la seguridad vial y pertenencia a grupo criminal.
De día y de noche
Los presuntos autores accedían a segundas residencias, la mayoría de ellas de uso vacacional, haciendo uso de la fuerza si esto era necesario, en horario de noche y mañana, por lo que, en alguno de estos casos, los residentes se encontraban en el interior del domicilio.
Los acusados se centraban en sustraer objetos a los que pudiesen dar una rápida salida en el mercado, principalmente joyas, relojes, dinero en efectivo, tarjetas bancarias y objetos electrónicos como tablets, ordenadores portátiles y teléfonos móviles.
En el caso de las tarjetas bancarias, procuraban hacer uso de ellas en las horas inmediatamente siguientes a la sustracción y en establecimientos cercanos, para poder sacarles el "máximo rendimiento" antes de que la víctima la bloquease.
Objetos valorados en casi un millón de euros
Con toda esta información obtenida, los agentes del Equipo de Investigación de la Guardia Civil de Moraira-Benissa, en colaboración con el Área de Investigación de la Guardia Civil de Xàbia y con el apoyo de efectivos de la provincia de Alicante, procedieron a una inspección en numerosos municipios de Valencia.
Los agentes registraron un total de 105 contenedores de barco y 60 cajas de camiones, en los que uno de los detenidos supuestamente cargaba, en su mayoría, las sillas de bar y los televisores sustraídos, para enviarlos a su país de origen, Mali.
El operativo, compuesto por 44 efectivos, se ha saldado con la intervención de más de 1.000 sillas de terraza de bar, casi mil piezas de joyería diversa, numeroso material informático, televisores, teléfonos móviles, patinetes eléctricos, 30 juegos de cadenas de nieve, ocho grupos electrógenos, numerosos bolsos, carteras y gafas de sol de prestigiosas marcas, diversas tarjetas bancarias sustraídas así como también con la intervención de tres vehículos con los que se desplazaban los detenidos. Según el instituto armado, el valor de todo se calcula en 947.000 euros.