La Sección Número 1 de la Audiencia Provincial de Ciudad Real ha condenado a una pena de 10 años de prisión a J.N.M. por considerarle culpable de un delito de agresión sexual a una menor de 12 años en Ciudad Real.
Según la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, los tribunales consideran probado que en la tarde del día 21 de agosto de 2021 la víctima, A., en compañía de sus amigos C. y D., fueron a un bar, donde compraron una botella de whisky. A continuación, se trasladaron hasta la calle donde ingirieron dicha bebida, aunque quien se tomó la mayor parte fue A. igualmente ésta fumó porros y marihuana, lo le que provocó una grave intoxicación etílica.
Pasadas unas horas D. acompañó a A. a una vivienda denominada 'casa del ladrillo' y C. se marchó a otro lugar, donde se encontró con otros jóvenes y en concreto con F. y G., ambos también menores de edad. Tal era el estado de intoxicación etílica que A. cayó al suelo golpeándose en la cara y la rodilla.
Ya avanzada la noche, sin poder determinar hora exacta, F. propuso a A. trasladarse hasta la huerta que pertenece a unos familiares de G. Dicha huerta se encuentra en las afueras de la localidad y, así, los tres se dirigieron hacia dicho lugar teniendo que sujetar a A., pues le costaba mantenerse en pie. Cuando llegaron a la huerta se encontraba el acusado J.N.M. junto a un amigo llamado H. Este se marchó trascurridos escasamente cuarenta minutos de que llegaran A., G. y F.
La huerta tiene una caseta con porche, sin suministro de energía eléctrica. En el mencionado porche están ubicados a modo de sofá los asientos traseros de un vehículo, donde la menor A. se sentó, dado su mal estado físico que era fácilmente perceptible, lo que fue aprovechado por el acusado, quien comenzó a agredirla sexualmente.
Posteriormente la trasladó al interior de la caseta, donde había dos sofás. En uno de ellos estaba G. dormido y el otro lo ocupó el acusado, que trató de continuar agrediendo sexualmente a la víctima, pero, como esta se resistió, se masturbó y, a continuación, cogió a la menor y la puso sobre el sofá donde estaba G., que continuaba durmiendo.
La sentencia destaca asimismo que, en el momento de los hechos, A. contaba con solo 12 años de edad frente a los 31 del acusado y tenía un nivel de desarrollo de las habilidades adaptativas limitado ya que aquella noche se encontraba bajo los efectos del alcohol y la marihuana.
Además de a la pena de diez años de cárcel, J.N.M. también estará en libertad vigilada durante ocho años, no podrá acercarse a la víctima a menos de 200 metros durante diez años, se verá privado de la patria potestad por ocho años y estará inhabilitado durante quince años para cualquier profesión, oficio o actividades, sean o no retribuidos, que conlleve contacto regular y directo con personas menores de edad.
Finalmente, en concepto de responsabilidad civil, también se le condena a que indemnice a A. en la cantidad de 18.000 euros por los daños morales causados y se le condena al pago de las costas procesales, incluidas las de la acusación particular.