El pasado sábado, 25 de febrero, dos niñas de 6 y 12 años resultaban heridas por quemaduras durante la celebración del Entierro de la Sardina en Calzada de Calatrava (Ciudad Real). Varios días después, el trágico suceso continúa imborrable en las retinas de los vecinos del municipio que allí estaban presentes. Ante el revuelo generado, EL ESPAÑOL – EL DIGITAL CLM ha contactado con el padre de una de las niñas, que ha mostrado su indignación y ha pedido que "paguen los responsables".
Se trata de Luis y es el padre de Natalia, la mayor de las dos menores afectadas. Ha expresado que su hija se encuentra estable y está mal psicológicamente. "Tiene media cara afectada con quemaduras de segundo grado". Ha explicado que, tras ser atendidas en el centro de salud local y en el Hospital de Ciudad Real, las niñas fueron trasladadas en ambulancia al Hospital de La Paz de Madrid, donde continúa en estado "más grave" la más pequeña de las niñas. Por su parte, Natalia, que recibió el alta el domingo para continuar con la recuperación en casa, tiene que volver a lo largo de esta semana para ser atendida por el cirujano.
Luis ha contado cómo vivió el suceso. Ha relatado que, "como todos los años, el hombre que estaba quemando la sardina tiró la botella de líquido inflamable al fuego, dándose la casualidad de que tenía el tapón puesto, por lo que reventó y las llamas alcanzaron a las niñas". En este punto, ha destacado que "no había ningún tipo de medidas de seguridad, como vallas para guardar la distancia".
"Es gravísimo"
El padre de Natalia se ha mostrado crítico con las declaraciones que hizo la alcaldesa, Gema García Ríos, a EL ESPAÑOL – EL DIGITAL CLM horas después de lo ocurrido, en las que aseguró que había sido "un accidente del que no tenemos que lamentar daños graves".
Luis ha explicado que de no ser por la gente que allí había y que ayudó, las niñas podrían haber perdido, incluso, la vida. "No sé lo que es para la alcaldesa un daño grave. No ha sido grave, ha sido gravísimo".
"No se trata de un accidente, sino de una negligencia, por no tener las medidas de seguridad necesarias para encender un fuego. Bajo mi punto de vista, los organizadores de este evento son los responsables y tienen que pagar por ello. Nunca ha pasado nada y ha tenido que ocurrir una desgracia para que, a partir de ahora, pongan las medidas correspondientes".
Cabe destacar que este medio ha contactado con el padre de la otra niña, pero ha preferido no hacer declaraciones ante la situación en la que se encuentra su hija.