Emiliano García-Page vino ayer a la Feria de Albacete y se paseó por ella como una estrella del rock. La cantidad de selfies, fotos de grupo para el recuerdo, besos, abrazos y pellizcos en los mofletes darían para siete columnas. Su popularidad es creciente y llega a máximos históricos. Me contaron hace poco que, yendo por Dublín en una visita oficial con varios miembros de la Junta, lo paraban españoles a su paso. Hubo hasta dos de Tomelloso que se fotografiaron con él como si fuesen los Dublineses de Joyce. Andar a su lado se ha convertido en una sorpresa constante. Nadie nunca sabe por dónde saldrá el saludo, el cachete o la caricia.
Se ha convertido en la antítesis de Pedro, que no puede pisar la calle porque lo ponen de vuelta y media. Sánchez evita cualquier contacto físico con el personal, no vaya a ser que le digan algo. Odia la contestación y no entiende ni comprende cómo los españoles no nos levantamos todos los días por la mañana tiras de piel, dando gracias a Dios por tener un presidente tan guapo. Yo lo intento, pero no me sale. Me da si acaso la risa y espero la siguiente mentira. Pedro ha decidido ser temido en lugar de amado. Y no soporta que nadie le lleve la contraria. Como Calígula, nombrará emperador a su caballo. Ya ha puesto a Broncano en el puesto de cómico del régimen.
Pero volvamos a Page. En los toros, se lo comían. La llegada a la plaza fue colosal, en loor de multitudes. La gente se acerca con cariño y respeto. Lo abraza y cruza unas palabras con él. Es cierto que hay otros, y me los he encontrado en la Feria de Albacete también, que dicen que Page no puede esperar más y debe votar contra Pedro en el Congreso de los Diputados, porque si no, sería un engaño a la ciudadanía. Antes de la Cámara Baja, vendrá noviembre, Sevilla y el congreso que ha convocado Sánchez para blindarse ante los suyos. Estoy seguro de que Emiliano tiene un plan y no tardará demasiado en lanzarlo. Enfrentarse al líder de manera constante no debe ser fácil y requiere más audacia todavía. Veremos dónde salta la liebre, pero saltará.
La corrida monstruo de ocho toros se saldó con puerta grande para Daniel Luque. Cortó dos orejas al segundo de su lote después de una faena que acabó en todo lo alto con unos ayudados finales de enorme altura y maestría. Fulminó al toro con una gran estocada y fue la espada lo que le propició la segunda oreja. Genoveva Armero, gran presidenta taurina, no es fácil de convencer y mantiene elevado el listón de la plaza de Albacete. Pero ayer se lanzó rápida con los dos pañuelos para conceder ambos trofeos. El resto de la terna –Castella, Ureña y Borja Jiménez- cortó una oreja cada uno. El caso de este último fue el contrario al de Luque. Hizo una mejor faena, con unas series de naturales y en redondo verdaderamente fabulosas, pero dejó sólo media estocada en el aire y eso le penalizó para conseguir mayor triunfo. La espada da y quita galones en el toreo y eso es indiscutible. De ahí que sea la suerte suprema y tan complicada para muchos toreros. Pero eso es lo que hay, igual que la vida misma.
Cerramos el día con música de nuevo. La banda de Bolaños, dirigida por el gran Isidoro Plata, acudió al certamen que cada noche se celebra en el Auditorio de Albacete. Suena magníficamente bien y ofreció un repertorio variado y lucido. Destacó el estreno de la obra La leyenda de Maracaibo, del maestro Pino, que se encontraba entre el público. Tal y como contamos en estos quites, hace un par de días también, la Unión Musical de Albacete estrenó un pasodoble compuesto por el maestro Manuel García, un auténtico genio de la música, a nuestro amigo Javier López Galiacho. La música culta se renueva y no sólo vive de repertorios pasados. Anoche se hizo un homenaje a Calatraveño, el gran torero de Bolaños, que estuvo en Albacete al menos dos ocasiones en Feria. Fue el broche a una gran velada musical que demuestra que el talento reside donde se cultiva. Una banda de pueblo como Bolaños puede ser una gran banda. En realidad, porque Bolaños también es un gran pueblo.
Y Albacete se mete de lleno en el segundo fin de semana en Feria. La ciudad se pondrá hasta la boca y para pasear habrá que pedir permiso. Los de aquí dicen que dejan sábados y domingos para los de fuera. Hoy es viernes 13 y nada indica, sin embargo, que sea día de mala suerte. Viene una ganadería como la Quinta, encastada, dura y admirada. Sus toros han recibido los mejores premios los últimos años. Y unos toreros como Perera, De Justo y Adrián. Lo de mañana sábado, con la alternativa de Navalón, ante Manzanares y Roca Rey, es otra historia. No hay sitio para comer ni fuera de Albacete. Todos quieren vivir ese momento y habrá que perder un par de kilos para entrar en la plaza. Igual que Page, que está más delgado y escurrido. Siempre es bueno mantener la forma antes de las grandes batallas.