La empresa ferroviaria Ouigo tiene el visto bueno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMC) para aumentar las frecuencias que presta entre Madrid y Albacete. El organismo ha dado luz verde a que se pase de dos trayectos por sentido y día a cinco, al "no comprometer el equilibrio económico del contrato de servicio público entre Renfe Viajeros y el Ministerio de Transportes".
Renfe Viajeros presta dos tipos de servicios con obligaciones de servicio público en dicha ruta: Media Distancia Convencional y Media Distancia en Alta Velocidad, también llamado Avant.
Ahora, la CNMC determina que los servicios de Media Distancia Convencional y los nuevos de Ouigo no son sustituibles por el tiempo de viaje, muy inferior en la alta velocidad, según explican en una nota de prensa.
Los servicios Avant y los del operador de alta velocidad de bajo coste del grupo francés SNCF tampoco son sustituibles para los viajeros frecuentes, porque los primeros ofrecen mejores precios (en los bonos multiviaje), más frecuencias y la posibilidad de cambiar fecha y horario del viaje de forma gratuita.
En todo caso, añade la CNMC, los nuevos servicios de Ouigo pueden considerarse sustituibles con respecto a los Avant sólo en viajeros ocasionales, siempre que discurran en las mismas franjas horarias (hasta 60 minutos antes o después).
No obstante, el análisis sentencia que el potencial trasvase de viajeros no recurrentes no tendría un impacto negativo sustancial en el contrato de servicio público.
De esta manera, el organismo asegura que el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible debería analizar la posibilidad de que varias empresas, y no sólo Renfe Viajeros, pudieran ofrecer los servicios públicos (como en la experiencia del "Verano Joven"), ya que en la ruta Madrid-Albacete operan tres compañías y cuatro productos comerciales y las necesidades de los viajeros están cubiertas.
Además, sugiere revisar el alcance de los servicios públicos entre Madrid y Albacete, y cubrir solamente los bonos multiviaje para viajeros frecuentes, ya que para los ocasionales los servicios comerciales son más baratos que los públicos y tienen suficientes frecuencias