La Audiencia Provincial de Albacete acoge desde este jueves el juicio contra un matrimonio al que se detuvo en Caudete (Albacete) en el año 2019, y a quienes se les acusa de la muerte de sus dos bebés, cuando ambos pequeños tenían cuatro meses, y con un año de diferencia, para quienes el fiscal pide la prisión permanente revisable.
En el juicio, que está previsto que se prolongue hasta el día 28, también está acusada la madre del hombre detenido, para quien, según informa la agencia Efe, se pide cuatro años de prisión por el delito de homicidio por imprudencia grave y seis meses menos un día de prisión por el de comisión por omisión en un delito de maltrato en el ámbito familiar.
El escrito de acusación detalla que, en septiembre de 2017, nació un hijo de los procesados y que, desde su nacimiento, le sometieron "a un ambiente hostil, desatendiendo sus llantos y poniendo la música alta para evitar escuchar sus llantos" y que, además, le propinaban golpes.
El escrito recoge fuertes episodios de violencia contra el menor al que, incluso, le fracturaron un hueso y por el que no acudieron a que recibiera asistencia sanitaria.
Además, cuando el bebé tenía 4 meses, el 19 de enero de 2018, de madrugada, "de común acuerdo, lo sujetaron y le golpearon la cabeza contra una superficie dura, de forma violenta".
Golpes con violencia
El bebé agredido ingresó en el Hospital de Albacete en estado grave y se le diagnosticó muerte cerebral el 23 de enero de ese año, por el que se abrió un proceso judicial en Almansa (Albacete) por estos hechos.
El fiscal ha añadido que el 18 de febrero de 2019 el matrimonio tuvo otro hijo y siguió viviendo en Caudete, y ha detallado que, como con su anterior hijo, le golpeaban "con violencia".
El escrito expone que el matrimonio, en lugar de llevar al niño al médico por sus lesiones tras las agresiones, pedían consejo sobre las mismas a la madre de él -abuela del menor- que "aconsejaba a los padres no acudir a los servicios sanitarios, ya que ella podía curarlo practicando artes de curandería".
El 23 de mayo de 2019 el matrimonio, "de común acuerdo", asestó al menor fuertes golpes que le fracturaron diversas costillas, siempre según el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, unas lesiones que le produjeron una insuficiencia respiratoria que hubiera requerido de ingreso hospitalario.
El escrito detalla que el menor no fue llevado a ningún centro sanitario y recibió "medidas de curandería" por parte de su abuela.
Los episodios violentos siguieron y en la madrugada del 29 de junio de 2019, con cuatro meses de edad, el menor murió en su domicilio a consecuencia de los golpes que recibió, de nuevo, en las costillas y que le produjeron un colapso respiratorio y una grave insuficiencia respiratoria.