Nietos de víctimas del franquismo como Enrique Pastor siguen en "lucha" tras la aprobación en el Congreso de la nueva ley de Memoria Democrática, que no creen que vaya a sanar por completo sus heridas familiares después de años de pesquisas sobre el asesinato y desaparición de sus abuelos.
Pastor, nieto de Francisco López García, alias Sopas, recuerda en una entrevista con Efe la trágica historia de su abuelo y admite estar "desilusionado" con la actuación de los distintos gobiernos que ha tenido España en lo que se refiere a la recuperación de la memoria de los deportados españoles a campos nazis.
Según cuenta, su abuelo era un herrero natural de Almansa que "en dos décadas tuvo que sufrir tres guerras distintas y fue asesinado en un campo de concentración nazi".
Murió en 1941
Tras participar en la Guerra Civil, se exilió a Francia, donde estuvo en varios campos de concentración junto a otros miles de exiliados españoles, hasta que los nazis invadieron el país y lo trasladaron al campo de concentración de Mauthausen.
De allí pasó al campo de Gusen, a pocos kilómetros de distancia, donde murió el 18 de noviembre de 1941, pero Enrique lamenta que en España apenas se sepa nada de este lugar en el que fueron asesinados alrededor de 4.000 republicanos españoles y que "España nunca haya reconocido su parte de responsabilidad" en la deportación por la "connivencia del gobierno franquista y la Alemania nazi".
"Estamos un poco desilusionados con la actuación de los distintos gobiernos que ha habido en este país durante la democracia en lo que se refiere a la recuperación de la memoria de los deportados españoles a campos nazis", afirma.
En su opinión, "se ha perdido la oportunidad de homenajear a los supervivientes" de una tragedia que le tocó vivir a su abuelo, cuya historia le llegó a su abuela a través de varios testigos.
Esperanza de saber más
"Mi madre tuvo que crecer sin padre desde pequeña", comenta con dolor Enrique, que empezó a rastrear hace unos años la historia de su abuelo junto con un primo con la esperanza de saber más y dar visibilidad a este tema.
Pero no cree que la nueva ley de memoria contribuya a poner el foco en los españoles deportados a campos de concentración que, según subraya, "son víctimas por partida doble".
"Son víctimas del nazismo porque los asesinaron los nazis. Pero también son víctimas del franquismo porque gracias a esa relación, a esa connivencia probada por los historiadores, la Alemania nazi los deja de considerar prisioneros de guerra, los considera apátridas y los traslada a campos de concentración donde más de la mitad son exterminados", apunta.