La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) de Castilla-La Mancha ha mostrado este miércoles su preocupación por elincremento del fraude digital 'man in the middle' en la región, una estafa en la que un ciberdelincuente incercepta las comunicaciones entre dos interlocutores para suplantar la identidad de uno de ellos y ver o modificar datos bancarios.
Según ha informado la OCU, este fraude suele afectar a comunicaciones entre empresas, aunque también puede alterar las facturas remitidas por las compañías a los consumidores.
La práctica más habitual, tal y como ha explicado, consiste en la modificación del número de cuenta de una factura para que el abono se haga a una cuenta falsa a nombre de un tercero (alguien a quien, a su vez, le han captado sus datos para abrir esa cuenta). Las partes no se dan cuenta del fraude hasta pasado un tiempo, cuando la empresa emisora comprueba no haber recibido el pago y lo reclama.
Cómo evitarlo
Para evitarlo, sería necesario que el pagador contrastase la cuenta poniéndose en contacto con el emisor de la factura antes de proceder al pago (por un medio que no venga en la propia factura, ya que podría haber sido también alterado), al objeto de verificarla.
Sin embargo, la OCU entiende que el consumidor o usuario que efectúa -de buena fe- el pago a la cuenta que aparece en la factura emitida por el proveedor de bienes o servicios hackeado queda liberado de su obligación de pago, siempre que no haya actuado de forma dolosa. En tal sentido, no se le podría pedir al consumidor más diligencia que al citado proveedor.
Asimismo, desde la Organización se considera que corresponde a las entidades bancarias comprobar la correspondencia entre el número de cuenta y el beneficiario designado por el pagador para asegurar la corrección del abono al mismo.