En vísperas de la celebración del día de Todos los Santos, cuando los cementerios de toda España se llenan de flores, también de fregonas y trapos, la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (UNESPA), patronal del sector, nos recuerda que estos servicios mortuorios tienen un precio y también un seguro que cubre los tramites y gastos relacionados con el suceso. Mas no se puede decir que a los castellano-manchegos les pille desprevenidos esto del seguro de decesos para costear su entierro. En absoluto.
Especialmente significativo es el caso de Ciudad Real, donde este contrato tiene una de las mayores tasas de capilaridad provincial del país: el 70,7 % de la población se encuentra amparado por este seguro, cerca de 350.000 personas, frente al 46,5 % de media nacional. También las provincias de Toledo (57,94 % / 405.000 asegurados) y Albacete (61,95 % / 241.002 asegurados) superan la media del país. Menos comprometidos con el servicio fúnebre se encuentran las provincias de Guadalajara (33,62 % / 88.424 asegurados) y Cuenca (29,98 % / 57.594 asegurados).
Algo más de 22 millones de españoles tenían cubierto su sepelio al cierre de 2022, según el informe "Los seguros de decesos en España", elaborado por Estamos Seguros, la iniciativa de divulgación de la cultura aseguradora impulsada por UNESPA. Una cifra que equivale al 47 % de la población española. Un seguro que goza de gran aceptación por su elevada presencia en todo el territorio nacional. De hecho, es una de las protecciones más extendidas, junto con el seguro del automóvil y el de vida.
La provincia con un mayor volumen de asegurados en términos relativos es Cádiz, donde un 78 % de los residentes está cubierto. Le siguen Ávila (76 %), Badajoz (73 %), Ciudad Real (71 %) y Cáceres (66 %). El seguro de decesos está menos extendido, en cambio, en Soria (19 %), Teruel (20 %), Huesca (21 %), Baleares (21 %) y Navarra (24 %). Pero incluso en estos territorios sigue atendiendo a una quinta o una cuarta parte de la población local.
El informe revela que el nivel de aseguramiento aumenta con la edad, alcanzando una cota máxima de en torno al 60 % a partir de los 70 años. Sin embargo, hay que resaltar que este tipo de pólizas protege también al 40 % de quienes tienen entre 25 y 30 años. Esto se debe a que buena parte de los contratos vienen cubriendo a varias generaciones de una misma familia.