Los presupuestos de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha tendrán un marcadísimo carácter social en 2024. El próximo año, por primera vez, las cuentas regionales destinarán más de 7.000 millones al Estado del Bienestar. Serán, en concreto, 7.304 millones de inversión en sanidad, educación y servicios sociales, 340 más que el actual ejercicio (-4,4 %).
Así lo ha detallado el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina, durante una rueda de prensa celebrada en el Palacio de Fuensalida de Toledo para presentar el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales de Castilla-La Mancha para 2024, que tendrá que ser aprobado en las Cortes regionales -donde el PSOE tiene mayoría absoluta- para que entren en vigor el próximo 1 de enero.
Dichos presupuestos ascenderán a 12.473,3 millones de euros, solo 41,7 millones más (un 0,34 %) que los de 2023. Sin embargo, el presupuesto no financiero se eleva 614 millones (+ 6 %) hasta llegar a los que 10.802,5.
De esta forma, prácticamente el 70 % del dinero del que dispondrá la Junta en 2024 se destinará al gasto social, cumpliendo "el compromiso" del presidente Emiliano García-Page. Servirá para "fortalecer" los servicios públicos y "atender a las personas más vulnerables", configurando un "robusto sistema social" en la comunidad autónoma, ha defendido Ruiz Molina.
El consejero de Hacienda, en la misma línea, ha destacado que cuando Page llegó a la Presidencia de Castilla-La Mancha en 2015 el gasto social anual era de 4.500 millones de euros y ahora supera los 7.000. "Estamos destinando 2.800 millones de euros más", ha recordado Ruiz Molina, que ha añadido que las partidas para financiar el Estado del Bienestar han crecido un 62 % en solo nueve años.
La sanidad se lleva un 37,3 % del presupuesto de 2024, con 3.900 millones (+ 6,4 %), mientras que más de 2.300 millones van a educación, un 22,8 % del presupuesto. Les siguen en importe total las partidas relacionadas con el desarrollo económico, que suman 2.189,6 millones de euros de gasto (+ 6,8 %), todo ello con la idea de "centrar esfuerzos" en contribuir al fortalecimiento del tejido empresarial y proseguir con las políticas de fomento del empleo.
Reducción de la deuda
Además, el Gobierno regional destinará 1.902,7 millones de euros para la reducción de la deuda pública -una de las más elevadas del país respecto al PIB-, lo que implica 423 millones menos que en 2023 (-18,2 %), algo que Ruiz Molina ha achacado a la "autoexigencia" del Gobierno regional para mantener "responsabilidad fiscal y prudencia financiera", que lleve a una disminución progresiva del déficit que sea compatible con la congelación de la presión fiscal.
Con el presupuesto de 2024, que Ruiz Molina ha definido como "equilibrado" en el marco de un contexto económico mundial de incertidumbre, el Gobierno de Castilla-La Mancha busca conseguir un crecimiento económico sostenible, respetuoso con el medio ambiente, generador de riqueza y empleo para mejorar la vida de los castellano-manchegos.
Juan Alfonso Ruiz Molina y Pablo Bellido.
Tras la presentación del Proyecto de Ley de Presupuestos Generales de la Junta para 2024, Ruiz Molina ha entregado una copia al presidente de las Cortes regionales, Pablo Bellido, un acto simbólico con el que tradicionalmente arranca la tramitación parlamentaria de las cuentas.
El proyecto, que ya ha sido registrado en el Convento de San Gil, ahora será calificado en la Mesa del Parlamento e iniciará así su recorrido con los grupos, con un periodo para la presentación de enmiendas, en un primer momento a la totalidad y, después, parciales.
El portavoz de Empleo del PSOE en las Cortes regionales, Antonio Sánchez Requena, ha destacado que Castilla-La Mancha ha sido la primera comunidad en presentar sus Presupuestos para que, "a partir del 1 de enero de 2024, los ciudadanos puedan estar ya beneficiándose" de las medidas contempladas en él "para blindar los servicios públicos, generar empleo y atraer empresas a la región".