"Vox se ha convertido en la coartada perfecta para intentar blanquear otro tipo de radicalismos y de extremismos". Es una frase del presidente de Castilla-La Mancha y dirigente socialista, Emiliano García-Page, en plenas negociaciones de su partido con los independentistas vascos y catalanes para lograr la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno de España.
Page, durante una entrevista concedida a la radiotelevisión pública castellano-manchega, ha reconocido que no tiene "la más mínima información" de cómo están avanzando dichas negociaciones pese a ser el único barón del PSOE que consiguió ganar con mayoría absoluta en las elecciones autonómicas del pasado 28 de mayo. "Lo más grave es que intuyo que no la voy a tener. No voy a ser de las personas más informadas de lo que pueda pasar", ha añadido evidenciando su falta de sintonía con Ferraz.
El secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha, en la misma línea, ha dicho desconocer "cuál será la reflexión que se le pasa por la cabeza al presidente del Gobierno en funciones" para tratar de quedarse en la Moncloa, pero sobre la posibilidad de tener que apoyarse para ello en partidos separatistas como PNV, Bildu, ERC o Junts ha señalado: "Yo detesto los extremos, los de un lado y los de otro. Creo que lo más razonable es tener una voluntad de acuerdo y estrategias mayoritarias".
Un escenario "triste"
Aunque no se ha referido explícitamente a la posibilidad de llegar a algún tipo de acuerdo de gobernanza entre PSOE y PP tras un resultado electoral "diabólico", Page ha calificado como "triste" que la gobernación "dependa de un prófugo de la justicia" -en referencia a Puigdemont- y "alguien pueda decidir sobre el Estado aunque no renuncie a acabar con el Estado".
"Con todas las claves por despejar, con muchas incógnitas, no sé exactamente cuáles serían los planteamientos sobre los que se puede acordar con alguien que ha hecho su objetivo político y vital acabar con el Estado y con España", ha añadido el dirigente socialista castellano-manchego sobre un posible acuerdo de su formación política con Junts para investir a Pedro Sánchez.
En todo caso, aunque Page ha descartado prácticamente durante la entrevista una repetición electoral, se ha mostrado "preocupado" por la gobernanza del país. "Si no vamos a segundas elecciones, la legislatura está condenada a vivir en el filo de la navaja, in extremis. Si es que esta legislatura se abre y hay investidura, sin duda va a ser la más vertiginosa, la más montaña rusa de las que yo he vivido", ha predicho.
Mesa del Congreso
Además, el presidente de Castilla-La Mancha ha rechazado de plano que su partido pueda ceder la presidencia de la Mesa del Congreso de los Diputados al independentismo para facilitar la investidura de Sánchez. "No me cabe en la cabeza que el PSOE no tenga candidato o candidata. Ser la tercera autoridad del Estado implica defender el Estado, no cuestionarlo. Si ya es difícil de asimilar socialmente que España esté pendiente de Waterloo, más difícil de asimilar sería que la Mesa del Congreso lo esté", ha alegado.
[Page rechaza privilegios financieros para Cataluña: "No vamos a permitir recibir un euro menos"]
Por último, después de que haya sobrevolado la posibilidad de una quita de la deuda a Cataluña para lograr el 'sí' del independentismo en la investidura, Page ha desechado la posibilidad de que la Generalitat pueda negociar con el Estado de manera privilegiada su financiación.
"Quitando las excepciones constitucionales de País Vasco y Navarra, además de las particularidades de las islas Canarias, los demás tienen que responder a una mesa común. Cataluña tiene que sentarse en la misma mesa que el resto de comunidades autónomas, como ha sido así desde que hay Constitución. No puede haber mesas aparte, porque que haya distintas mesas significa que lo que unos se llevan es a costa de los otros", ha reflexionado Page, que ha advertido de que "si la negociación no es multilateral estaríamos entrando en un conflicto constitucional".