Emiliano García-Page ha presentado este miércoles las líneas maestras de su programa de Gobierno para los próximos cuatro años en Castilla-La Mancha en la primera sesión del debate de investidura. Durante casi dos horas y media, el presidente electo ha señalado su intención de abrir "una ventana de entendimiento" tanto con oposición como con administraciones de diferente color político en favor del desarrollo de Castilla-La Mancha. Entre sus planes, ha destacado la reforma del Estatuto de Autonomía que ya avanzó el PSOE para corregir una ley electoral que ha catalogado de "error democrático". En este sentido, ha pedido a PP y Vox el apoyo para llevar a cabo la reforma o de lo contrario "será imposible que haya acuerdo en lo demás".
Page ha espetado al PP a limpiar esta "inmensa mancha en su expediente democrático" que salió adelante "con los votos de un solo partido". Así ha recordado que la "trampa electoral que hizo Cospedal" fue un "intento de golpe de mano para tener amarradas las elecciones permanentemente" aunque ello implicase que "un tercio de la población se quede sin representación".
Llegados a este punto, explicaba que a pesar de que el diputado que le dio la mayoría absoluta se dirimió por un estrecho margen en Ciudad Real, "el PSOE ha sacado el segundo mejor resultado en unas elecciones en la historia de Castilla-La Mancha, solo por detrás del que sacó Bono contra Suárez Illana".
[Las mejores imágenes de la primera sesión del debate de investidura en Castilla-La Mancha]
Una de las condiciones que ha avanzado el PP para valorar el apoyo a esta reforma es no aumentar el número de diputados. Sobre este argumento, el presidente electo ha afirmado que "no me vale" esta "ley unilateral comenzó con 53 diputados hasta que apareció el señor Bárcenas y a medida que aparecía un milloncito en Suiza se fueron eliminando escaños hasta los 33 de ahora.
"A lo mejor me dejo pelos en la gatera pero si gana Vox, que gane Vox; si gana Podemos, que gane Podemos, pero no se puede gobernar por ley", añadía.
En varios puntos de su intervención, Page subrayado la necesidad de que en la legislatura que empieza se lleve a cabo una "colaboración entre administraciones", esencialmente con Diputaciones y Ayuntamientos, lejos del "sectarismo exagerado y el terrorismo político" que ha asegurado sufrió por parte del Gobierno de Cospedal cuando era alcalde de Toledo.
En líneas generales, el presidente ha resumido que su programa de Gobierno coincide con el programa electoral que ofreció como "contrato a la ciudadanía de Castilla-La Mancha" y que se plantea con una perspectiva a ocho años porque "para algunos proyectos, cuatro años se quedan cortos".
Pese a todo, ha recalcado que la experiencia le dice que este programa "seguramente se quedará corto" por lo que se lo toma como un programa "de mínimos".
"Pagafantas" con el agua
El debate del agua ha sido otro de los temas expuestos por García-Page durante su intervención. Mirando directamente a la bancada de la oposición ha pedido a PP y Vox que "se retraten y no tengan miedo en decir que prefieren que el agua se quede aquí antes de que se vaya por el trasvase".
La existencia de un Plan Hidrológico del Tajo que "corrige parte de los problemas de maltrato con el agua que hemos tenido en este tierra", ha recordado Page, "tiene que desarrollarse". Por ello, ha reconocido estar "preocupado" por su futuro con "la formación de gobiernos en Levante" y "el resultado de las generales".
"Aquí hacemos un máster de fontanería y todos nos conectamos por trasvases", ha ironizado Page, quien mirando a la oposición ha afirmado que "lo que no puede ser es que en Aragón sus correligionarios digan que del Ebro no sale nada, lo mismo en Castilla y León y aquí hagamos de pagafantas".
En este capítulo ha defendido sin ambages la puesta en marcha de la Tubería Manchega, una medida que más allá de "ser un capricho político se planteó como algo necesario y con el cambio climático se ha convertido en imprescindible" para abastecer a "400.000 personas con problemas para beber".
En materia económica, ha repetido su idea de lograr un acuerdo de Estado para "armonizar la política fiscal" y evitar que España se encuentre con 17 mercados diferentes. Aquí, no ha pasado dejar la oportunidad para exigir la revisión de un sistema de financiación que lleva 9 años estancado incumpliendo "el cambio obligado" que refleja la Constitución.
"Ni un milímetro en Igualdad"
La recta final de la intervención del presidente electo ha versado sobre Igualdad, donde ha asegurado que "no vamos a ceder ni un milímetro".
En este punto, ha recordado a los ayuntamientos donde el PP y Vox gobiernan en coalición que si quieren optar a los fondos que el Gobierno aporta a centros de la mujer o políticas de igualdad, tendrán que respetar su finalidad, aunque "no comulguen con ella".
A este respecto se ha comprometido a ampliar las ayudas de la Comunidad Autónoma a los huérfanos por violencia machista a 7.200 euros anuales hasta los 21 años, tres más que actualmente.
Page ha terminado su discurso con un tono conciliador pidiendo a todos los alcaldes "ya sean del PP, de Vox o de Ciudadanos" que no duden en ponerse en contacto con él o con su Gobierno cuando "necesiten nuestro apoyo para que una empresa se establezca en su territorio".
En el contexto actual ha deseado que en la región "no tenga ningún hueco el frentismo social ni el populismo barato", por lo que ha cerrado su intervención pidiendo a los diputados "apoyo y confianza".