El trasvase Tajo-Segura entra con fuerza y con polémica en la recta final de la campaña electoral del 28 de mayo en Castilla-La Mancha. El candidato del PSOE a la Presidencia de la Junta, Emiliano García-Page, ha confiado este miércoles en que todos los dirigentes de Vox que se presentan a las elecciones en la región reaccionen a las palabras del líder nacional del partido "más extremista de España", Santiago Abascal, quien ha defendido el apoyo de su formación a los trasvases avisando de que quien se oponga a esta política del agua "no tiene cabida en Vox".
En un acto en el Centro Social Polivalente de Cabanillas del Campo (Guadalajara), junto con el alcalde y candidato a la reelección, José García, García-Page ha asumido que Vox tiene derecho a opinar lo que quiera -"hasta prefiero que vayan de cara"-, pero ha aseverado que le gustaría saber cuántos dirigentes e incluso el candidato de la región "están de acuerdo con su jefe Abascal" con que para ser de ese partido "hay que ser trasvasista".
"Hay un choque de interese evidentes", ha indicado el socialista, que puede entender que pidan que todo el agua "sea como una enorme cañería, que circule por España" pero "no se trata de eso, se trata de si para ser de Vox hay que asumir que Castilla-La Mancha no pueda crecer y se tenga que fastidiar y poder beneficiar a todos los territorios", en lo que ha calificado como "un problema de justicia con nosotros".
"No hay agua para todos"
Una decisión que podría llegar a entender, ha opinado Emiliano García-Page, "si hubiera agua en abundancia" y "no hubiera un problema de escasez", pero "no hay agua para todos".
Quieren un Plan Hidrológico Nacional pero el Plan Hidrológico Nacional es la suma de los planes hidrológicos de cada río, ha reseñado, recordando que "ya se han opuesto al del Tajo", y afirmando que cada vez que en la derecha hablan de este asunto están "defendiendo el Plan Hidrológico Nacional de Aznar, es decir, el Ebro todo para el Levante y el Tajo para el Mediterráneo".
"Que no engañen a la gente, pueden defender lo que quieran, incluso que Castilla-La Mancha se quede sin agua, es legítimo que lo defiendan, pero que lo digan, porque lo que vale en las elecciones es hablar claro y retratarse cada uno. No se puede decir que se defiende a esta tierra, a sus agricultores y sus regantes y asumir por doctrina, fanáticamente, que el agua en vez de estar aquí se tiene que ir por una tubería al Mediterráneo".