La brecha interna en el PSOE se hace cada vez más grande. O eso es lo que parece. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha intensificado en los últimos días su posición crítica respecto a las decisiones más polémicas del Gobierno de Pedro Sánchez y se está mostrando, de una forma cada vez más clara y abierta, como el líder socialista más contundente con el Ejecutivo de su partido. A medio año para las elecciones autonómicas y municipales de mayo, y con el miedo metido en el cuerpo de los barones y candidatos del PSOE por los escándalos de la Moncloa, García-Page marca distancias con Sánchez todos los días y lo hace “desde la conciencia” y con la percepción de que son muchos los socialistas que opinan como él. A juicio de García-Page el problema del Gobierno son sus socios y el PSOE tendría un gran apoyo electoral si gobernara en solitario y no con Podemos.
En este contexto, el presidente castellano-manchego y líder regional del PSOE ha concedido este domingo una entrevista al diario La Razón en la que endurece significativamente el tono crítico con las polémicas del Gobierno y habla con total claridad de los asuntos más candentes, desde la reforma de la sedición y la malversación hasta los peajes continuos que Sánchez está pagando al independentismo, o el escándalo de las rebajas de penas por la conocida ley del “solo sí es sí” sin que la ministra de Igualdad, Irene Montero, asuma ningún tipo de responsabilidad, al menos por el momento. En esta entrevista, García-Page, muy crítico y contundente, explica que “cada día hablo más claro porque soy consciente de que la ciudadanía lo reclama como un derecho”, aun reconociendo que tiene que respetar las mayorías internas del PSOE y del grupo parlamentario en el Congreso y, por tanto, no puede ser “sedicioso” dentro de su propio partido, tal como le está pidiendo el PP. “En el PSOE, igual que en el PP, los diputados votan lo que decide la mayoría”, explica Page y con ello deja claro que no va a ordenar a los diputados de Castilla-La Mancha que rompan la disciplina de voto.
Sin embargo, la opinión de García-Page es muy contundente contra la derogación del delito de sedición y avisa de que lo que ahora están haciendo Sánchez y el PSOE son facturas que se van a pagar muy pronto: “El actual presidente de la Generalitat situó en 2030 la fecha de un nuevo referendo ilegal, si no recuerdo mal. El independentismo no está desactivado, tiene una hoja de ruta por delante, y es evidente que las facturas de lo que ahora estamos haciendo las vamos a pagar a corto o medio plazo”. La relación de España con Cataluña no puede, según el presidente de Castilla-La Mancha, “ser consecuencia de un chantaje o de un mercadeo”, dejando claro que “la reforma de la sedición y de la malversación son un chantaje de ERC a cambio de sus votos en Madrid, y es un peaje demasiado caro para España y para el PSOE”. “El Estado no puede ser ingenuo con quienes quieren acabar con él”, zanja García-Page.
Situación comprometida
La opinión del presidente de Castilla-La Mancha, tan contundente, le pone en una situación interna comprometida dentro del PSOE, pero explica que “a mí me duelen estos peajes porque forman parte de los apoyos al Gobierno”. Desde su punto de vista la política española está “embarrada” y “yo voy a trabajar, personal y políticamente para que el centro progresista, la izquierda, el PSOE, vaya a un espacio de centralidad” y también “voy a trabajar por la recuperación de puntos de encuentro entre los dos grandes partidos”, que son “los que vertebran al país”. Page está convencido de que esta posición es la correcta para el PSOE y él nunca se ha movido de ese espacio. Por eso si Oriol Junqueras volviera a las instituciones sería “algo muy difícil de tragar en una democracia” y por eso, si la consulta catalana sólo se hace en Cataluña y no en toda España sería un “auto suicidio del PSOE”. “Lo contrario, lo discutiré hasta en el Constitucional”, afirma el presidente castellano-manchego.
Page pide no subestimar a Alberto Núñez Feijóo porque sería un gran error y afirma que Sánchez a él no le informó sobre la derogación de la sedición, aunque sí reconoce que habla con él abiertamente y le dice lo que piensa, aunque no sabe si les escucha. Sobre la ley del “sí es sí”, el presidente de Castilla-La Mancha afirma que Irene Montero debe rectificar “de inmediato” y explica que, como ya informó EL ESPAÑOL EL DIGITAL CLM, el Gobierno regional ya expuso sus dudas en torno a la rebaja de penas, una situación que si no se arregla puede poner a la ministra de Igualdad en una situación muy complicada. En este sentido, Page cree que si el PSOE gobernara en solitario estaría “en niveles del 40 por ciento del voto. Ahora mismo el mayor desgaste que tiene el PSOE son las compañías”. Más claro no puede ser.
En la citada entrevista, García-Page habla también de la figura de la vicepresidenta Yolanda Díaz, de la que afirma que tiene un “perfil más positivo” y de los impuestos a la banca y las eléctricas, que no cree que deben ser permanentes, entre otras cuestiones.