Sólo quedan poco más de ocho meses para las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2023 y la política se ha puesto en tensión preelectoral en Castilla-La Mancha. La clase política, tanto autonómica como municipal, tiene su horizonte claramente marcado en esa gran cita electoral y mira el futuro con expectación e incertidumbre. Por muy claras que puedan parecer las cosas, unas elecciones siempre son aleatorias e imprecisas y suponen un riesgo evidente para los políticos que tienen que enfrentarse a ellas. La inseguridad y la duda llenan los afligidos corazones de la clase dirigente.
Por eso son tan importantes las encuestas y por eso esta época preelectoral es pródiga en proyecciones demoscópicas, unas públicas y otras privadas que se manejan en todos los partidos. La última encuesta electoral que circula con intensidad en la política castellano-manchega, y que desde la pasada semana se mueve como la pólvora en los móviles de muchos dirigentes y altos cargos de todos los partidos, arroja resultados “agridulces” para los dos principales partidos de Castilla-La Mancha, el PSOE y el PP, puesto que, según los datos a los que ha tenido acceso EL ESPAÑOL EL DIGITAL CLM, hay victorias y derrotas para los dos en función del ámbito político al que se haga referencia.
Los datos de los que disponemos son tremendamente significativos y muestran un contraste muy grande entre los resultados del PSOE y el PP según la encuesta trate de las elecciones autonómicas o las generales. En las autonómicas, el actual presidente socialista de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, consigue revalidar su actual mayoría absoluta, mientras que en las generales el PSOE de hunde en la comunidad, con una fuerte victoria del Partido Popular. La primera lectura es evidente: según esta encuesta, el electorado castellano-manchego volvería a apoyar mayoritariamente a García-Page a la vez que propina un fuerte varapalo al presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez. Una historia que se repite en Castilla-La Mancha desde los tiempos de José Bono y que ahora Page estaría en condiciones de reeditar.
Page revalida
Por tanto, buenas y malas noticias a la vez para socialistas y populares. En este sentido, el sondeo al que hemos tenido acceso otorga a García-Page en las autonómicas de 2023 un total de 18 escaños sobre los 33 de las Cortes de Castilla-La Mancha (la mayoría absoluta está en 17), es decir, un escaño menos de los 19 que el actual presidente obtuvo en las elecciones de 2019. Frente a esos 18 escaños para el PSOE de Page, el PP de Paco Núñez obtendría un total de 14 diputados y el escaño que falta sería para Vox, que lo conseguiría en la provincia de Toledo. Desaparecen los 4 escaños que actualmente posee Ciudadanos, que pasarían en su integridad al PP, actualmente con 10 escaños.
La suma del PP y Vox sería, por tanto, insuficiente para quitar la Junta a Page, circunstancia que se produce, sobre todo, por el desplome de Vox en las expectativas electorales, tal como ha ocurrido en otros comicios autonómicos como los de Andalucía. Los partidos a la izquierda del PSOE siguen fuera del Parlamento castellano-manchego.
Por provincias, el PSOE ganaría en todas salvo en la provincia de Toledo, donde habría un empate a 4 escaños con el PP y un diputado para Vox. La provincia con mayor respaldo porcentual al PSOE es Ciudad Real, mientras la que más votaría al PP en 2023 sería Albacete. El PSOE obtendría en Castilla-La Mancha el 44,16 por ciento de los votos frente a un 37,78 del PP y un 10,41 de Vox.
Elecciones generales
El panorama castellano-manchego sería muy distinto en las elecciones generales, según los datos de esta encuesta. En este caso sería el Partido Popular el que ganaría ampliamente las elecciones en la región frente al desplome del Partido Socialista. La “marca Page” tiene fuerza en Castilla-La Mancha, pero Sánchez no consigue convencer al electorado de la región. Así las cosas, el PSOE obtendría 7 escaños en el Congreso de los Diputados frente a los 9 actuales mientras el PP pasaría de 7 a 11 y Vox pasaría de 5 a 3.
El PP ganaría estos comicios en Castilla-La Mancha con el 46,77 por ciento de los votos, frente a un 30,08 del PSOE y un 17,29 de Vox. El PP ganaría en las provincias de Albacete, Cuenca, Guadalajara y Toledo, mientras habría un empate a 2 escaños en Ciudad Real entre PSOE y PP y Vox obtendría un escaño. El partido de Santiago Abascal obtendría diputados en Albacete, Ciudad Real y Toledo, según los datos de los que disponemos.
Es llamativa la capacidad de discriminación del electorado castellano-manchego según el tipo de elección del que se trate.