El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha avanzado este lunes que el próximo curso escolar que arrancará este jueves 8 de septiembre lo hará "sin traumas". Así, el jefe del Ejecutivo autonómico ha querido lanzar un mensaje de estabilidad al cuerpo docente de la región porque, si bien está bajando el número de matriculaciones, "en su conjunto se va a mantener una proporción de alumnos con unos servicios educativos de los más altos del país".
Durante su visita al Colegio Rural Agrupado Elena Fortún de Villar de Olalla, en la provincia de Cuenca, en donde ha inaugurado nuevas instalaciones, García-Page ha incidido en que, aunque vaya bajando ligeramente la población estudiantil, "se están dedicando más esfuerzos a los niños, sobre todo a aquellos que requieren de un profesor solo para él".
Una situación que, a juicio del presidente, "demuestra un alma, una sensibilidad y una educación en sí mismo de valores extraordinarios". De esta forma, también ha puesto de manifiesto el apoyo del Gobierno regional al sistema educativo de la comunidad autónoma, y es que, "si se hubieran mantenido los mismos criterios de hace 10 años, 74 de los 56 municipios de la provincia de Cuenca no tendrían ningún tipo de sistema educativo", ha asegurado.
"Si los niños se desarraigan desde pequeños de su pueblo, ya no van a volver en un futuro", ha asegurado García-Page, quien ha incidido en la "diferencia" que supone emigrar para cursar estudios universitarios, en donde "las raíces y el arraigo de las personas ya ha quedado ahí".
En materia educativa, García-Page también ha hecho hincapié en la discusión en torno al sistema educativo que viene existiendo "desde que hay democracia". "Hay una polémica permanente sobre el modelo, y aunque el 95 % del contenido de las distintas leyes ha permanecido, se discute de forma artificial por pocas cosas, como las formas, cuando en el fondo hay bastantes coincidencias", ha asegurado García-Page.
No usarla como "arma arrojadiza"
Por este motivo, ha pedido sacar la educación del "conflicto estéril de la política" y no usarla como "un arma arrojadiza" y lo ha ejemplificado con dos comunidades que poseen idiomas cooficiales. En ese sentido, a juicio de García-Page, "en Galicia, sin discusión, se estudia gallego, castellano, inglés y más idiomas sin problemas de ningún tipo".
En cambio, el presidente de Castilla-La Mancha se ha preguntado por qué en Cataluña el idioma es un conflicto muchas veces. "Porque se quiere que lo sea", se ha respondido, "porque no se quieren utilizar las palabras para hablar de paz, de armonía, de gracias, sino para hablar de otras cosas como el odio, conflicto y problemas". "El idioma en realidad es neutro, luego es como cada uno lo quiera usar", ha asegurado.
De esta forma, ha puesto el foco los contenidos, asegurando que, en España, "lo que pasa en el debate nacional, es muy difícil que los grandes partidos se pongan de acuerdo en estos temas, pero aquí en Castilla-La Mancha se ha aprobado lo que estudian los alumnos de la región por consenso total, sin ruido y sin dificultades".