A finales de 2021, Castilla–La Mancha era la comunidad autónoma en la que menos jóvenes estaban residiendo fuera del hogar familiar, solamente el 10,8 por ciento, un dato que supone un "mínimo histórico" tanto a nivel autonómico como estatal, según los datos del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España (CJE).
En el conjunto nacional, la emancipación juvenil ha subido por primera vez tras quince años consecutivos de caída y, de hecho este informe del Observatorio del segundo semestre de 2021 apunta una subida del 0,7 % de la tasa de emancipación respecto al semestre anterior, hasta situarse en el 15,6 %.
A comienzos de 2021 el 14,9 % de la población entre 16 y 29 años residía en un hogar independiente, mientras que, al acabar el año, lo hacía el 15,6 %, lo que supone recuperar los valores de finales de 2020 (15,8 % en el cuarto trimestre) pero si alcanzar los momentos prepandemia (18,7 % a cierre de 2019).
En el caso de Castilla-La Mancha, la emancipación residencial no solo puede atribuirse a un único factor, apunta el informe, pero el mercado de trabajo es uno de ellos ya que el 55 % de la población joven que trabajaba a finales de 2021 y había completado estudios superiores estaba sobrecualificada en su puesto de trabajo.
Esto concuerda con el hecho de que las dos ocupaciones más habituales entre la población joven de la comunidad autónomas son los "trabajadores/as de los servicios de restauración, personales, protección y vendedores/as" y las "ocupaciones elementales", que aglutinaban a casi el 40 % de los jóvenes que trabajaban.
El salario medio que percibía un joven rondaba los 990 euros netos al mes (11.836,31 euros anuales), a pesar del incremento anual que registraron.
Los datos que se extraen del informe elaborado por el Observatorio de Emancipación del CJE, presentado este jueves, en la víspera del Día Internacional de la Juventud, subraya que el perfil del joven emancipado no es tan joven, ya que tiene 29 años, cuenta con un salario un 28 % superior al resto, contrato indefinido y estudios superiores terminados.
El documento pone de manifiesto que "la precaria" recuperación del empleo no ha ido acompañado de un aumento de los sueldos de los jóvenes trabajadores que consiga reducir "la brecha" entre los altos precios de la oferta de vivienda y la poca renta disponible de quienes la demandan.
El informe abunda en que 2021 cerró con los tipos de interés en "mínimos históricos" y con un descenso del precio medio del alquiler en un 8,5 %, condiciones que podían augurar una mejora del acceso a la vivienda, pese a lo cual un joven tiene que dedicar 3,8 veces su salario neto anual para afrontar la entrada de una hipoteca para la compra de la vivienda media del mercado inmobiliario (170.000 euros).
Y en cuanto al alquiler, el coste medio era de 848 euros mientras que los jóvenes solo pueden asumir una cuota de 320 euros "sin caer en el sobreendeudamiento".
Sí ha habido un incremento de algo más de medio punto en la tasa de emancipación de los jóvenes de entre 16 y 29 al pasar del 14,9 % en la primera mitad de 2021, la más baja del siglo, al 15,6 en los últimos seis meses de ese mismo año.
Es una proporción prácticamente igual a la que había a finales de 2020 (15,8 %) pero "muy lejos" del 25 % alcanzado entre 2006 y 2010 y aún por debajo de las de 2019, antes de la pandemia del coronavirus, cuando el 18,7 % de la juventud había conseguido emanciparse.
El ligero incremento semestral se ha producido en todas las comunidades autónomas salvo en Aragón, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Galicia