Artecam rechaza el nuevo modelo de atención residencial que propone el Gobierno, ya que “pone en riesgo miles de puestos de trabajo” y “supone el cierre de cientos de plazas y servicios” dedicados a la atención a las personas mayores en toda Castilla-La Mancha, en especial en el medio rural.
El presidente de la la Asociación de Residencias de la Tercera Edad de Castilla-La Mancha (Artecam), Francisco José Núñez Alía, asegura que suscribir mañana, como está previsto, el ‘Acuerdo sobre criterios comunes de acreditación y calidad de los centros y servicios del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD)’, en los términos en los que está redactado, pone en ‘jaque’ la viabilidad del sector residencial en la Comunidad.
Artecam comparte, de esta forma, el ‘no’ ya manifestado por el Gobierno de Castilla-La Mancha, tal y como su presidente trasladó a la consejera de Bienestar Social, Bárbara García Torijano, durante las reuniones mantenidas. Y defiende la opinión vertida por el presidente del Gobierno de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, quien arremetió el lunes contra el modelo del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 por tratarse de “la política del invito, pero tú pagas”, al no ir acompañado de financiación.
“Aplicar los criterios que marca el nuevo modelo requiere de una inyección de financiación. De lo contrario, será totalmente inviable ponerlo en práctica en Castilla-La Mancha”, sostiene Núñez Alía, quien afirma que “si el sistema ya estaba tocado, la nueva normativa no hará sino hundirlo”. Por tanto, reclama al Gobierno que antes de aprobar ningún cambio en los criterios de acreditación de los centros “apruebe, o al menos comprometa, qué financiación le acompaña”.
Para Artecam, el nuevo modelo de centros supondrá un cierre de centros y servicios, sobre todo en el medio rural, y una irreparable pérdida de empleo en la Comunidad. En este punto, Núñez Alía recuerda que el sector de la atención a las personas es el que más puestos de trabajo genera en relación a la inversión realizada y constituye un motor fundamental de generación de riqueza, como lo prueba el hecho de que el sector reporta 40,4 puestos de trabajo por cada millón de euros invertidos.
El Gobierno ha propuesto limitar las plazas en las residencias de mayores teniendo en cuenta la densidad de población de la zona en la que están ubicadas, estableciendo una horquilla que va desde las 60 hasta las 120 plazas, en lugar de la limitación a un máximo de 90 plazas como propuso en febrero.
Así se recoge en el nuevo borrador del Acuerdo sobre Criterios comunes de acreditación y calidad de los centros y servicios del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD), que el Ejecutivo está negociando con las autonomías, que son las competentes en la materia.
El nuevo documento del Ejecutivo, impulsado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, recoge entre otros aspectos que los centros que se construyan tras la aprobación de este acuerdo "no podrán superar las 60 plazas residenciales cuando se encuentren ubicados en zonas rurales o zonas escasamente pobladas"; mientras que las "localidades o zonas de densidad intermedia" tendrían el límite en 90 plazas; las "ciudades o zonas densamente pobladas", en 120.
Page en contra
Precisamente este miercoles, la Cadena Ser a nivel nacional, en Hoy por hoy, se ha hecho eco de que hoy se intenta pactar el nuevo modelo de residencias de mayores en el que los centros se parezcan más a hogares con habitaciones individuales. La emisora ha destacado que hay comunidades como Castilla-La Mancha que arremeten duramente contra el proyecto de Belarra por la falta de financiación y han emitido las declaraciones de García-Page criticando este modelo, que puede traer como consecuencia la puesta en riesgo de miles de puestos de trabajo.