Agentes medioambientales de Castilla-La Mancha han comenzado a detectar en los últimos días las primeras camadas de lince ibérico (Lynx pardinus) de segunda generación, que han sido paridas por hembras que ya nacieron en libertad en las principales áreas de reintroducción de la especie.
Fuentes de los Agentes Medioambientales han explicado este sábado que la primera de las camadas se ha detectado en el área de reintroducción de los Montes de Toledo, donde se ha podido grabar y observar a tres cachorros que ha parido Quena, una hembra nacida en libertad y que es el segundo año que cría. Se da la circunstancia, han apuntado estas fuentes, que Quena se ha emparejado este año con Quinito, un macho que también nació en libertad en Montes de Toledo.
Esta circunstancia, han resaltado, “pone de manifiesto el éxito que está teniendo el programa de reintroducción del lince ibérico en aquellos territorios en los que estuvo históricamente presente en España”.
Esto es así, han dicho, porque los nacimientos de nuevos ejemplares de lince no sólo provienen ya de ejemplares que han sido reintroducidos en el medio natural procedentes del "también exitoso programa de cría en cautividad, sino que han nacido de hembras que en su día nacieron en libertad y que ahora han pasado a formar parte de la población reproductora".
Año tras año está aumentado la población de lince ibérico en Castilla-La Mancha en las tres zonas reproductoras que existen, aumentado las camadas no sólo de las hembras liberadas, sino también de sus descendientes.
Los agentes medioambientales han señalado que desde hace varias semanas se han intensificado los seguimientos de esta especie tanto en los Montes de Toledo (Toledo) como en Sierra Morena Oriental (Ciudad Real) para detectar las nuevas camadas. Unos seguimientos que también se realizan durante el resto del año para tener un control adecuado de la especie, además de valorar posibles riesgos y mortandades, o analizar qué mejoras se pueden llevar a cabo en el hábitat de la especie.
“Hito histórico”
Castilla-La Mancha viene consolidando sus poblaciones de lince ibérico en los últimos años y en 2021 dio un paso más con el nacimiento en libertad de 208 cachorros, un registro que marcó el pasado año "un hito histórico", para elevar la población total de lince a 473 ejemplares.
El último censo de la especie detalla que la población de linces en la región está formada por 265 individuos mayores de un año (adultos y juveniles) y 208 cachorros detectados pertenecientes a 78 camadas silvestres.
De los cachorros nacidos en libertad este pasado año en las tres zonas con presencia de lince en la región, 104 lo hicieron en los Montes de Toledo, 66 en Sierra Morena Oriental y 38 en Sierra Morena Occidental, donde la especie ya estaba presente con anterioridad.
Respecto a los ejemplares adultos, hay identificadas 88 hembras territoriales, 42 en Montes de Toledo, 30 en Sierra Morena oriental, y 16 controladas en Sierra Morena Occidental, núcleo que ha evolucionado principalmente con ejemplares silvestres.
En 2021 se liberaron un total de 10 ejemplares y en el 2022 se pusieron en libertad para su reintroducción en el medio natural 12 ejemplares.
El consejero de Desarrollo Sostenible, José Luis Escudero, en una de las últimas sueltas en Ciudad Real avanzó que los trabajos de reintroducción de la especie van a continuar en los próximos años ya que Castilla-La Mancha va a seguir formando parte del programa europeo Life 'Lynx Connect' junto a Portugal, Andalucía, Extremadura, Murcia y 21 socios. El proyecto, que cuenta con una inversión de 18,7 millones de euros, impulsará nuevas actuaciones de conservación de la especie.