El Gobierno de Castilla-La Mancha acoge ya a las 16 primeras familias de refugiados que han llegado desde Ucrania huyendo de la guerra y esta semana está previsto que lleguen otras 16 nuevas familias.
Así lo ha comentado el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, momentos antes de inaugurar la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Argamasilla de Calatrava, en Ciudad Real, donde también ha asistido a la concentración solidaria por el pueblo ucraniano convocada por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) en todos los ayuntamientos y diputaciones del país.
García-Page ha puesto en valor el carácter solidario de la región y ha dicho que Castilla-la Mancha "tiene el deber moral" de ayudar a las personas refugiadas que huyen del conflicto bélico.
En este sentido, ha dicho que la región fue una de las primeras en ofrecer ayuda para Ucrania, y ahora sigue trabajando en ello, de manera sigilosa, de la mano de varias ONG que trabajan en la región.
El presidente de Castilla-La Mancha ha reconocido que se está ante una "emergencia" desde el punto de vista "inmoral" y ha señalado que de cómo se acabe gestionando su final se condicionará el futuro del mundo.
García-Page ha reflexionado sobre la importancia de acabar con los extremismos y el fanatismo para evitar situaciones como la que se vive actualmente en Ucrania como consecuencia de la invasión rusa ordenada por el presidente Putin.