El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha afirmado este miércoles que más que plantear ahora otras medidas restrictivas de cara a Semana Santa, hay que asegurarse de que las que ya se han tomado se cumplen. Unas declaraciones que ha realizado horas después de conocerse que el Ministerio de Sanidad estaría estudiando adelantar a las 8 de la tarde el toque de queda durante la Semana Santa.
Durante su intervención en la inauguración del Centro de Recepción de Turistas de Munera, García-Page ha definido el momento actual que atraviesa el país debido al coronavirus como de "transición" porque se empieza a ver la luz del túnel con las vacunas.
"No podemos rebajar la guardia para quedarnos dentro del túnel", ha indicado, para agregar que "si hay algo peor que estar dentro del túnel es estar viendo la luz y empeñarnos en quedarnos atrancados".
Por ello ha dicho que sean "buenas o malas" las decisiones que tome el Consejo Interterritorial de Salud, será "mucho mejor" tomarlas "entre todos" y que haya "una sola" para todo el país para que la gente "no se mareé".
Del mismo modo, ha señalado que el debate que se debe plantear ahora, más que tomar otras medidas, es asegurarse de que las medidas que se han tomado se cumplan. "Me consta que el Ministerio del Interior va a hacer un esfuerzo extraordinario".
"No puede ser que el esfuerzo del 99 por ciento se malogre por el incumplimiento de una inmensa minoría, tanto si es española como si es francesa", ha argumentado.
Bajo su punto de vista, España tiene que intentar ser "consecuente con las medidas" si quiere tener un verano "medio normal". "Y esto no va tanto para Castilla-La Mancha como para las zonas de playa de Levante, Baleares y Canarias", ha añadido.
"Para que circule la economía hoy es importante que no circule el virus y el que no lo quiera ver, simple y llanamente, no está en le dosis de responsabilidad que requiere este momento", ha concluido.
Polémica por la llegada de turistas
Por su parte, la portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Blanca Fernández, ha recordado que hace dos semanas se acordaron las medidas especiales para Semana Santa y Castilla-La Mancha, a día de hoy, con los datos que tiene, no se plantea cambios.
No obstante, si en alguna localidad se detecta un aumento de casos de covid-19 por "alguna celebración que no tenía que haberse hecho", se intervendrá con medidas de nivel III o nivel III aumentado en ese lugar.
"La prioridad es la salud", ha recalcado la consejera portavoz, pero ha añadido que también hay que dar un "balón de oxígeno a la economía", y ha deseado que ojalá se pueda demostrar que la libertad con responsabilidad es compatible con la lucha contra el virus.
Ha recordado que ahora Castilla-La Mancha tiene una incidencia acumulada de casos positivos de la mitad que la media de España, es un dato "razonable" que ojalá se mantenga, pero hay que estar todos los días vigilantes, ha advertido.
En cuanto a la llegada de turistas extranjeros a España, Fernández ha recordado no pueden moverse de una comunidad autónoma a otra y tienen las mismas restricciones que cualquier ciudadano español.
Preguntada por la polémica de esta decisión, mientras que los españoles no pueden moverse entre comunidades autónomas, Fernández ha dicho que entiende "perfectamente" la "zozobra y las dudas" y que algunas personas puedan ver contradicciones en las medidas que se adoptan.
Pero también piensa la portavoz gubernamental que "estas decisiones se toman intentando equilibrar esto tan complicado de preservar la economía y preservar la salud". "A veces es muy difícil y tenemos este tipo de situaciones", ha aseverado Fernández.
En esta misma línea, ha dicho que estas decisiones, "aunque puedan parecer contradictorias", se toman teniendo en cuenta de que "hay una gran dependencia, en concreto de Canarias y de Baleares, hacia el turismo extranjero". En Baleares ha caído la economía un 70 por ciento, ha advertido.
"Entiendo que la gente vea contradicciones constantemente, pero tengan en cuenta que las medidas, mas allá de ésta, en general se toman para reducir la movilidad. Somos más de 40 millones de españoles susceptibles de que nos pudiéramos mover en (Semana Santa), y estamos hablando en cambio de decenas de miles de extranjeros".
Finalmente, ha recordado que la movilidad y la ampliación de los contactos es lo que hace que el virus se expanda.