Castilla-La Mancha mantendrá durante al menos diez días más el cierre perimetral de la comunidad autónoma pero retrasa el toque de queda a las 12 de la noche, aunque los locales de hostelería como bares y restaurantes tendrán que cerrar una hora antes, a las 11, una medida que entrará en vigor este miércoles 3 de marzo. De esta manera, los ciudadanos castellano-manchegos tendrán dos horas más al día para circular libremente por la vía pública, ya que hasta ahora era obligatorio estar en casa a las 10 de la noche y los establecimientos hosteleros bajaban la persiana a las 9.
Con esta decisión, avanzada días atrás por el presidente Emiliano García-Page y aprobada este martes por el Consejo de Gobierno, la comunidad autónoma sigue avanzando en su particular desescalada una vez que la mejoría constante de los datos epidemiológicos experimentada durante las últimas semanas ha reducido sensiblemente la presión hospitalaria y ha colocado la incidencia acumulada en la región en 103 casos por cada 100.000 habitantes, 72 puntos por debajo de la media nacional y muy lejos de los casi 1.400 casos que se alcanzaron después de las fiestas navideñas durante el pico de la tercera ola.
Retrasando el toque de queda a las 12 de la noche, el Ejecutivo castellano-manchego ha optado por limitar la circulación nocturna lo mínimo imprescindible en base al Real Decreto que mantendrá a España en estado de alarma hasta el próximo 9 de mayo a causa de la pandemia, que dicta como norma general la prohibición de circulación entre las 23:00 y las 06:00 horas pero permite a las comunidades autónomas, como autoridad sanitaria competente en sus respectivos territorios, flexibilizar hasta una hora antes o después ambos límites horarios.
Mayor apertura salvo en cuatro municipios
Según ha explicado este martes durante una rueda de prensa el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, Castilla-La Mancha se encuentra fuera del riesgo extremo por coronavirus, lo que permite seguir relajando las restricciones. De esta manera, a partir de ahora se permite la apertura de los centros de día, se elimina la necesidad de someterse a un test de antígenos para visitar a los ancianos de las residencias de mayores, los mercadillos al aire libre podrán funcionar con el 50 por ciento de sus puestos instalados y se amplía de 6 a 15 el número máximo de participantes en las escuelas deportivas y de 6 a 10 en las visitas guiadas.
Estas medidas de nivel 2 podrán aplicarse en el 99 % del territorio regional, según ha explicado el consejero, que ha citado a los cuatro únicos municipios castellano-manchegos que durante los próximos diez días mantendrán las estrictas restricciones del nivel 3, como son Burguillos de Toledo y, en la provincia de Guadalajara, Sigüenza, El Casar y Pioz, debido a que en todos ellos los contagios están "muy por encima de la media".
Posteriormente, mediante una nota de prensa, la Junta de Comunidadesha informado de que, "debido a que la incidencia de la pandemia está descendiendo diariamente, de los 11 municipios de Castilla-La Mancha que tenían nivel 3 de medidas especiales, Torrijos, Fuensalida, Casarrubios del Monte, Santa Cruz de la Zarza, La Puebla de Montalbán, Noblejas y Valmojado, en la provincia de Toledo, más El Casar, Sigüenza y Villanueva de la Torre, en Guadalajara, e Iniesta en la provincia de Cuenca, pasan a medidas especiales nivel 2 todos, excepto Sigüenza y El Casar, que permanecen con las medidas nivel 3".
Tras agradecer a la ciudadanía el cumplimiento de las medidas, el consejero de Sanidad ha pedido a los castellano-manchegos "mucha responsabilidad" porque, según ha señalado, "cuando se va bajando la curva hay que ser más responsables".
Se mantiene el cierre perimetral
Fernández Sanz ha defendido el cierre perimetral de Castilla-La Mancha argumentando que, pese a que "los datos siguen yendo bien" y "en un mes hemos conseguido hacer descender la curva", hay "comunidades vecinas con una incidencia acumulada por encima de la media nacional y que siguen por encima del riesgo extremo", en una referencia implícita pero clara a la Comunidad de Madrid, con una incidencia acumulada a 14 días de 284 casos por cada 100.000 habitantes. "Es algo que no nos permite relajarnos en las medidas de perimetración", ha añadido el consejero de Sanidad castellano-manchego.
Además, el máximo responsable sanitario regional se ha mostrado partidario de que el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas consensuen de manera nacional los criterios con los que se decidirá si se permite la circulación entre regiones durante las próximas semanas, muy condicionadas por la movilidad extraordinaria que cada año provoca la Semana Santa.
"El Ministerio parece que prefiere mantener la perimetración en Semana Santa y nosotros nos sentimos muy a gusto cuando las medidas se toman con carácter nacional. A nosotros nos parece que es una noticia muy buena, porque permite que movilidad sea menor y mantener el número de casos a la baja. La toma de decisiones conjunta siempre nos ha ido bien", ha asegurado Fernández Sanz.