El Gobierno de Castilla-La Mancha ha defendido la necesidad de un Pacto Rural europeo que recoja el aumento de la financiación a zonas rurales para consolidar la agricultura e incorporar a mujeres y personas jóvenes siguiendo los pasos del Ejecutivo de Emiliano García-Page.
Un incremento en la financiación que, además, pueda servir para diversificar los sectores económicos, dentro de la transición ecológica que se va a vivir en Europa, pero también de la digital en la que nuestras zonas rurales deben ser referentes, según ha informado el gobierno de Castilla-La Mancha en una nota de prensa.
Así lo ha trasladado la directora general de Asuntos Europeos, Virginia Marco, tras su participación en el pleno del Comité de las Regiones, celebrado a lo largo de esta semana y donde “solicitamos el apoyo de la Unión Europea para garantizar más y mejores infraestructuras en estas zonas, el acceso a servicios básicos de calidad, una conectividad suficiente y extendida a todos los núcleos”.
Esta defensa ante la Unión Europea de la necesidad de más financiación para el mundo rural viene siendo recurrente por parte de Castilla-La Mancha y de otras regiones con características territoriales similares y que, tal y como ha apuntado Marco, “han surtido efecto y hoy es una prioridad también para la Unión”.
El Gobierno regional, a través de la Dirección General de Asuntos Europeos y de las Viceconsejería de Medio Rural, ha participado en la consulta pública lanzada por la Comisión Europea para la próxima visión a largo plazo sobre las zonas rurales en la que se quiere evaluar las percepciones y los puntos de vista de los participantes sobre la vida en las zonas rurales a día de hoy y la forma en que deberían cambiar las zonas rurales hasta el año 2040.
La pandemia de COVID-19 ha dejado en evidencia las carencias que tienen, actualmente, las zonas rurales de las distintas regiones europeas. El acceso limitado a centros médicos, hospitales, transporte y acceso deficiente o inexistente a Internet ha convertido al mundo rural en zonas más vulnerables. Ejemplo de ello es el de la brecha digital que ha afectado especialmente a la educación y las empresas.
En este sentido, el Ejecutivo autonómico ha trasladado que las necesidades más urgentes que tienen las zonas rurales actualmente son las relacionadas con la accesibilidad mediante una buena red de transporte, servicios básicos y las nuevas tecnologías de comunicación.
Por otra parte, para que las zonas rurales resulten más atractivas a largo plazo deberían disponer de servicios locales, de viviendas de buena calidad, deben proporcionar apoyo y de calidad para los menores, ancianos y personas con discapacidad, y la población rural debe poder participar en las decisiones que les afectan.
Por último, Castilla-La Mancha ha considerado que los recursos procedentes del FEADER son fundamentales para el desarrollo territorial de las zonas rurales europeas, y también los fondos procedentes del primer pilar la PAC hacen que, en cierta medida, hacen que las explotaciones sean más rentables y contribuyan a fijar población.