Los grandes inventos del TBO, por el profesor García Molina
Reconozco mi permanente frustración de fallido dibujante de cómic consecuencia de haber transcurrido mi infancia junto a los héroes de la época: Roberto Alcázar y Pedrín, Capitán Trueno, Zipi y Zape, Guerrero del Antifaz, Las hermanas Gilda…, personajes nacidos gracias al ingenuo de dibujantes como Escobar, Vázquez o Vañó Pastor, entre otros. Una de las secciones que más despertaban mi atención cada semana por su originalidad era la de “Los grandes inventos del TBO”, del profesor Frank de Copenhague. Una página de humor de este legendario tebeo donde cada semana se describían detalladamente inventos o propuestas estrafalarias, a veces sumamente complejas y con finalidad banal y absurda. Fueron varios los dibujantes en llevarla al papel, incluso alguno con formación técnica en la materia que lograba dar al invento cierta credibilidad.
Con el cierre de la publicación, la exitosa página desapareció, aunque aún en la vida real no faltan cada día aportaciones merecedoras de aparecer publicadas en tan estrafalaria sección. Especialmente interesantes las que proclaman en púlpito institucional algunos políticos. A falta de Frank de Copenhague, otro instructor en esta tierra podía perfectamente sustituir al titular de la sección. En efecto, me refiero al vicepresidente segundo de Castilla-La Mancha, el profesor José García Molina, siempre con sugestivas aportaciones en el desempeño de su cargo.
Su última idea ha sido la de proponer al consejero de Educación de la región, Ángel Felpeto, implantar estudios de otras confesiones religiosas en el Sistema Educativo de Castilla-la Mancha, además de en otros recintos. Y con urgencia no sea que García Molina tenga que abandonar el Gobierno regional como le reclaman insistentemente algunos miembros de su partido. Prepare el consejero plantilla y presupuesto con premura para atender las demandas de su vicepresidente segundo, mientras que en nuestra Comunidad hay todavía niñas y niños -de todas las confesiones- que reciben sus clases en instalaciones defectuosas e inapropiadas, a la espera de ver cumplir el Plan de Infraestructuras Educativas anunciado para la región.
No parece esto al menos preocupar tanto al profesor García Molina como implantar con premura en los colegios de esta región estudios y asignaturas para hinduistas, budistas, evangélicos, musulmanes, ortodoxos, paganos u otras confesiones además de la católica -la inmensa mayoría- que en Castilla-La Mancha ascienden a 1.169, según el registro de entidades religiosas del Ministerio de Justicia.