Ayuda humanitaria con corazón y con cabeza
La mayoría de las noticias que cada día recibimos son desesperanzadoras, podríamos decir que malas, y que poco invitan al optimismo en un futuro mejor. Noticias relacionadas con la subida de la energía, precios cada vez más altos, escasez de productos, se mezclan con todas aquellas relativas con la invasión rusa de Ucrania, que actualmente es el foco de atención, y la preocupación social más alarmante.
Según Ayuda en Acción (https://ayudaenaccion.org/blog/ayuda-humanitaria/paises-conflicto-2022/) actualmente hay alrededor de 10 focos de conflicto internacionales, países en tensión, en muchos casos guerras civiles, que continúan también en el 2022, como son los de Siria, Libia, Yemen, Afganistán, Etiopia o los que hay en América Latina, Colombia o Nicaragua. A los que ahora se suma la guerra en Europa: Ucrania y Rusia. Todos los países en conflicto durante estos años han necesitado de ayuda humanitaria como consecuencia de las hostilidades, ayuda coordinada por las organizaciones y voluntarios que trabajan en esas zonas; pero es evidente que durante estos días la solidaridad y la generosidad de la sociedad se ha incrementado con la invasión rusa, ya que en el caso de Europa nos vemos reflejados en el pueblo ucraniano y con su situación de sufrimiento y de emergencia.
La ola de solidaridad provocada por la situación en Ucrania está haciendo difícil de gestionar todas las ayudas de las personas que quieren colaborar, que no son indiferentes a la tragedia humana que se está viviendo y que hace que las diferentes ONGs tengan que dar respuesta a estas ayudas casi sin tiempo y capacidad para reacción. Por este motivo, los ciudadanos debemos atender a las peticiones y recomendaciones que nos hacen desde estas instituciones y organizaciones especializadas, que nos indican cual es la mejor forma de colaborar, para que puedan coordinar los envíos de manera segura, no sólo materiales sino de fondos económicos necesarios para invertir allí en Ucrania o en ayuda a los refugiados. Organizaciones con experiencia y solvencia en cooperación y crisis humanitarias presentes en las Coordinadoras de ONGs de las Comunidades Autónomas, como Cáritas, Cruz Roja, Médicos del Mundo, Oxfam Intermón o UNICEF.
El emotivismo, las ganas de colaborar y de auxiliar a la población que está sufriendo el horror de la guerra hace que ayudemos de manera descontrolada y descoordinada, sin saber en muchos casos si nuestra ayuda llegará al destino con garantías; atención a la información que viene de fuentes fiables y a las ONG’s que trabajan en la zona es fundamental, son ellas las que canalizarán la ayuda humanitaria de manera rápida y eficaz. La desinformación y las falsas noticias también están presentes y pueden jugar en contra.
Es muy necesario que haya una generosidad con corazón y con cabeza y así contribuir a que las ONG`s puedan organizar las ayudas de la mejor forma posible, para que nuestras contribuciones de emergencia lleguen, pero no entorpeciendo su labor en nuestro afán de ser solidarios. Los ciudadanos somos altruistas y caritativos, pero hagamos caso a los avisos que nos indiquen y no nos olvidemos tampoco de las personas que siguen necesitando de nuestra ayuda en otros lugares en situaciones similares.
GRUPO AREÓPAGO