Editorial

Hay que afrontar un debate serio sobre la sanidad en Castilla-La Mancha

15 enero, 2018 00:00

La sanidad de Castilla-La Mancha lleva muchos meses siendo protagonista de una constante batalla política entre los grupos parlamentarios de los Cortes regionales y también en los medios de comunicación. Es una polémica constante, insistente y repetida que está poniendo en tela de juicio el adecuado funcionamiento del sistema sanitario regional y dando una mala publicidad del Sescam y la calidad de los servicios públicos que presta a los castellano-manchegos. Esta guerra sanitaria está centrada fundamentalmente en dos aspectos: las listas de espera y el funcionamiento de los hospitales de la región, cuestiones sobre la que el Gobierno socialista y la oposición del PP andan permanentemente a la greña sin que se vislumbre a corto o medio plazo un apaciguamiento de la situación.

Llegados a este punto, nos parece necesario e incluso urgente abordar esta cuestión con todo rigor y seriedad y plantear un debate a fondo sobre la sanidad castellano-manchega que aclare realmente la situación, ofrezca las soluciones que más convengan para los problemas que de verdad existen y se ponga fin de una vez por todas a una eterna controversia que no conduce a ningún lado, y mucho menos a la resolución de las deficiencias que existan. Lo único que de verdad interesa a los castellano-manchegos de la sanidad pública y del Sescam es que funcionen bien, con diligencia y eficacia, y a eso es a lo que hay que aspirar entre todos los partidos, ya que la batalla política no le interesa a nadie más que a los políticos, como es lógico y razonable.

La apertura de un debate real y de fondo sobre la sanidad de Castilla-La Mancha nos parece la mejor forma de abordar este asunto. Un debate de verdad, sin posiciones ni condicionamientos previos, con toda la realidad por delante y asumiendo las responsabilidades que hubiera que asumir. Un debate con los tres grupos parlamentarios de las Cortes regionales y en el que el Gobierno de Emiliano García-Page y la oposición sienten unas bases claras para diagnosticar el problema y encontrar las soluciones de consenso, tanto para las listas de espera como para el día a día de los Hospitales. Sin batallas políticas, sin posiciones partidistas, sin demagogias y con intención real, no de mantener la guerra abierta, sino de cerrarla del todo.

El consejero de Sanidad de la Junta, Jesús Fernández Sanz, tiene mucho qué decir en todo este asunto. Tal vez ha estado un poco ausente del debate público y no ha cogido el toro por los cuernos como el problema se merece. Creemos que ha llegado el momento de zanjar este conflicto y abordar con todas las consecuencias la problemática de la sanidad en Castilla-La Mancha.