El entorno del presidente socialista de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, está convencido de que el liderazgo de Paco Núñez al frente del PP regional está finiquitado y en los próximos meses, después de su derrota el 28 de mayo, tendrá que producirse un relevo en la dirección de este partido. Es una hipótesis con la que el PSOE trabaja en Castilla-La Mancha y que está siendo objeto de muchos comentarios y rumores. Los socialistas creen que el trabajo de oposición al Gobierno de Page en esta legislatura no va a estar liderado por Núñez y que en los próximos meses habrá un cambio de lider en el PP castellano-manchego, algo rotundamente desmentido por los populares.
En este contexto se produjo el pasado jueves en las Cortes regionales el más que contundente rapapolvo de Page contra Núñez, al que, como hemos venido informando, lanzó duras acusaciones y le reprochó la "basura de campaña" que, a su juicio, el PP hizo en las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo. Una andanada intensa y dura que no ha pasado desapercibida y que todavía resuena entre las paredes del Convento de San Gil, sede del Parlamento castellano-manchego.
Page, claramente irritado, subió a la tribuna de oradores para reprochar a Núñez su campaña electoral, a la que calificó como "basura" contra él mismo y contra su familia, y para decirle al líder del PP que "no se puede caer más bajo", un tono de disgusto que pocas veces pone tan abiertamente de manifiesto el líder de los socialistas de Castilla-La Mancha.
"Para algunos, yo he sido durante mucho tiempo un amigo casi íntimo de Otegi, he sido prácticamente un cómplice de violadores, una persona corrupta, un maltratador, yo entiendo que es complicado apoyar a un candidato al que se le ha retratado como usted lo ha hecho en campaña. Mi mano tendida es con guante de cetrería, por su política basura hecha conmigo y con mi familia", fue una de las muchas acusaciones que Page lanzó contra Núñez en el transcurso de una intervención que se puede leer ampliada en nuestro periódico.
La situación es sumamente significativa y pone de relieve que Page ha roto ya todos los puentes de diálogo con Núñez. Ya no le ve como el futuro del PP en Castilla-La Mancha, sino como el pasado, y eso también lo dejó claro con otra idea relevante: Page manejará su futuro político, Núñez no, vino a decir el líder socialista en unas palabras que después remató la portavoz del PSOE en las Cortes, Ana Isabel Abengózar, al decir de Núñez que no sé "si se comerá el turrón estando al frente del PP, pero las uvas, lo veo difícil". Para muchos será cruel, pero esta es ahora mismo la tesis socialista.
Parece obvio que el PSOE ya está viendo venir el relevo de Núñez en el liderazgo del PP regional, aunque el propio presidente de los populares castellano-manchegos aseguró en las Cortes la pasada semana que va a continuar al frente del partido en la región y liderando la oposición en el Parlamento autonómico. Lo que pase en las elecciones generales del 23 de julio también tendrá gran importancia en lo que después pueda venir en Castilla-La Mancha.