Los ciudadanos de las cinco provincias de Castilla-La Mancha elegirán en las elecciones generales del 23 de julio un total de 21 diputados y 20 senadores. En el Senado el reparto es más sencillo porque se eligen cuatro senadores en cada una de las cinco provincias, aunque esta distribución no es la misma en el caso del Congreso de los Diputados, donde el número de escaños de cada territorio depende de la población, de manera que Toledo, por ejemplo, elige el doble de diputados que Cuenca.
En concreto, la provincia de Toledo es la que más diputados tiene en Castilla-La Mancha, con un total de seis escaños, con Ciudad Real en la segunda posición con cinco escaños. La provincia de Albacete elige cuatro diputados y las provincias de Guadalajara y Cuenca eligen tres diputados cada una. En total, los 21 escaños citados sobre el total de 350 que tiene el Parlamento en España.
Por citar dos datos comparativos, por arriba y por abajo, la provincia con más diputados a elegir es Madrid con un total de 37 seguida de Barcelona con 32 y Valencia con 16, mientras que en las últimas posiciones se encuentran Soria con sólo 2 diputados a elegir, Teruel 3 y Segovia otros 3, en estos dos últimos casos igual que las provincias de Guadalajara y Cuenca.
Madrid es la provincia donde más "caro" sale un diputado y Soria es donde sale más "barato", es decir, donde más y menos población se necesita respectivamente para elegir a cada parlamentario en el Congreso, tal como demuestra un estudio realizado por El Mundo. En Madrid se elige un diputado por cada 182.441 habitantes mientras que los sorianos eligen un diputado por cada 44.188 habitantes, de ahí que el "coste" de obtención de ese escaño sea tan opuesto en ambos casos.
Esto mismo ocurre en las cinco provincias de Castilla-La Mancha, donde no cuesta lo mismo obtener un escaño por Toledo que por Cuenca, yendo a los dos casos más extremos. En la provincia de Toledo se elige un diputado por cada 118.908 habitantes, mientras en Cuenca cada escaño "cuesta" 65.071 habitantes. La provincia de Ciudad Real elige un parlamentario por cada 98.161 habitantes, mientras Albacete lo elige cada 96.431 habitantes y Guadalajara cada 89.375 habitantes. La población, por tanto, es determinante a la hora de decidir quienes ocupan los 350 escaños que tiene el Congreso español.