El pasado sábado fue un día inolvidable para el presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA), el castellano-manchego Pedro Barato, que fue recibido en audiencia privada por el papa Francisco junto a una delegación de la organización.
Barato fue el encargado de entregarle en el Vaticano al Santo Padre un obsequio con el que los representantes de ASAJA le agradecieron sus atenciones en el Vaticano. Optaron por un acierto seguro: un surtido de productos ibéricos de la marca salmantina Alhándiga.
El papa Francisco reconoció personalmente a Barato y a la delegación de ASAJA "la ilusión que manifiestan por su trabajo en el campo, por el ganado y por el servicio que quieren prestar a la sociedad".
Además, durante su discurso, el máximo representante de la Iglesia católica recordó que el ecologismo, aunque puedan ser "necesarios y beneficiosos" si se hacen con conciencia, "no lo construyen primordialmente los sesudos informes de los especialistas, ni las noticias y los proyectos divulgativos que llegan a la gente corriente a través de los medios de comunicación social". "Los primeros ecologistas de una zona, de un país, de un continente son ustedes, los que están en el baile, los que están dentro: la gente que trabaja con los animales, con las plantas, que conviven día a día y saben de sus problemas y de sus logros", aseguró el papa Francisco.
"Ustedes no repiten un eslogan aprendido, viven mirando al cielo y, desde que se levantan hasta que se acuestan, reconocen en los trinos, los mugidos o los relinchos el gozo o el miedo, el deseo o la satisfacción de la naturaleza que les rodea. Esto es un honor y, evidentemente, una gran responsabilidad", dijo el santo Padre a los agricultores y ganaderos de ASAJA que acudieron al Vaticano comandados por Pedro Barato (Calzada de Calatrava, Ciudad Real, 1959).
Se da la circunstancia de que también fue el pasado sábado cuando el papa Francisco recibió en la Santa Sede al presidente Ucrania, Volodímir Zelenski, después de que el pontífice revelase hace unos días que está en marcha una "misión secreta" para poner fin a la guerra.
Barato ya tuvo la oportunidad de saludar al papa Francisco en el Vaticano el pasado mes de enero, aunque en ese caso fue durante una audiencia general. El dirigente agrario castellano-manchego saludó al santo Padre en nombre de los agricultores y ganadores españoles, además de hacerle entrega de un regalo muy especial: aceite de oliva y productos cárnicos de España.