Al final se ha venido abajo en su formato original el acto público que iba a celebrarse en Toledo con el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, como anfitrión, y la presencia del expresidente del Gobierno Felipe González y los barones autonómicos Javier Lambán, del PSOE, y Juanma Moreno Bonilla, del PP, presidentes de Aragón y Andalucía respectivamente. La cita, fijada para el 20 de octubre y organizada por la Fundación Felipe González, había despertado expectación por el morbo político que generaba la presencia en Toledo de tres socialistas críticos con Pedro Sánchez y uno de los mayores referentes actuales del partido de Alberto Núñez Feijóo.
Sin embargo, la foto de ese momento deseado por García-Page, con invitados a izquierda y derecha, no va a ser finalmente posible. Juanma Moreno y Lambán se han caído del acto y, en principio, sólo estarán en el mismo Page y González. Oficialmente, la no asistencia de ambos a la cita toledana se debe a “motivos de agenda”, aunque a nadie se le escapa que al presidente del PP de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, no le venía nada bien que Moreno Bonilla se hiciera la foto con Page, y menos después de que ambos líderes autonómicos del PP -Núñez y Moreno- se viesen la pasada semana las caras en un encuentro oficial en Sevilla que los populares castellano-manchegos han aireado especialmente para mostrar la buena sintonía entre ambos.
Así que, salvo un cambio brusco en las previsiones, García-Page no tendrá su foto de familia en Toledo con González, Lambán y Moreno Bonilla, algo parecido a un frente antisanchista en un momento en el que ya todos los políticos miran a las elecciones autonómicas de mayo. Por su parte, Paco Núñez habría logrado evitar que el presidente andaluz le “echase un cable” (involuntariamente) a Page precisamente ahora, justo cuando el líder del PP castellano-manchego está intensificando activamente su labor de oposición al presidente socialista de la Junta.