No sé lo que está pasando en este país. Hemos oído, durante el estado de
alarma, que esta disposición vulneraba derechos fundamentales, como el de
circulación y reunión, una norma que recoge la Constitución y que compromete
al Parlamento para su prorroga, es decir, que sin el consentimiento de
nuestros diputados y diputadas que velan por el cumplimiento de las normas
vigentes, no se ampliaría su vigencia, de hecho, uno de los razonamientos
que se impusieron para que el estado de alarma decayera, fue el criterio de
ciertos partidos que defendían esa libertad arrebatada, incluso, algunos, lo
calificaron de solución medieval.
Se nos repite como un mantra que con los datos que tenemos hoy, se llego
tarde al estado de alarma y que con los datos que teníamos entonces,
rotundamente no. Pues bien, sabiendo lo que sabemos ¿Cómo estamos en estos
momentos?
Visto lo que esta sucediendo, hemos aprendido poco, no ya sobre la epidemia,
seguimos comportándonos con egoísmo y poca o nada de empatía hacia los
demás, ¿nos importa? ¡Nos trae al fresco!
Los llamados héroes siguen con sus jornadas maratonianos y sus contratos de
tres al cuarto. Los medios que se tenían que poner en marcha y la respuesta
en prever situaciones dejan mucho que desear o brillan por su ausencia.
Las elecciones en Galicia y País Vasco son prueba de ello, dos territorios
donde hay rebrotes importantes y se ordena que las personas enfermas por
covid-19 se abstengan de ir a los colegios electorales bajo una sanción por
delitos contra la salud pública.
Se prohíbe a un sector de la población vasca y gallega ejercer su derecho a
voto, se vulnera un derecho fundamental no menos importante que el de
reunión y transito, ¿alguien dice algo? Nadie, ninguna institución ningún
representante sale a defender este derecho, a defender a estos ciudadanos y
ciudadanas. He llegado a leer y oír a comentarios indicando que estas
personas están en una situación similar a la que podría estar alguien que
sufriera una fractura de cadera, de brazo, una intervención de apendicitis y
que se yo cuantas más enfermedades, como si cualquiera de estos percances
estuvieran relacionados con la pandemias declarada por la OMS. No, ninguno
de estos percances se pueden comparar con lo que esta pasando, estos
percances suceden de forma imprevista, esta crisis sanitaria lleva con
nosotros desde marzo de forma fehaciente y si se realizaran las cosas con
disposición de solucionar los problemas, se hubieran puesto medidas para que
la gente pudiera ejercer el derecho a votar pero es mas fácil sacar la
estaca y prohibir.
Saldrán responsables de los partidos y acólitos construyendo discursos para
dar explicación de lo normal de esta medida e intentarán hacernos ver que
esto no menoscaba la salud democrática del país. También se ha dicho que el
porcentaje de los que no han podido votar por estar infectados, no cambiaría
los resultados, claro esto es el colmo, es decir que el voto de una persona
no vale nada el de cien ya sí.
Independiente de quien haya ganado estas elecciones, tanto en Galicia como
en el País Vasco lo que sí esta claro es que los perdedores hemos vuelto a
ser nosotros, representados esta vez por los gallego y vascos ya que ha sido
vulnerada nuestra capacidad democrática y nadie ha salido en su defensa.
¿Cuál será el siguiente sapo que nos tendremos que tragar por razones de
estado?