La semana del ocho de marzo se ha convertido en la semana del victimismo. Todo el mundo se siente agraviado, de Bárcenas al alcalde Noblejas, pasando por algunas organizaciones feministas, que no todas, que acusan, del Gobierno abajo, a todo quisqui, de una confabulación contra las mujeres y sus derechos para organizar una Semana Santa Laica en la que no falten las procesiones. Oír a ministras del Gobierno de España hablar de criminalización de las mujeres, porque un delegado del mismo Gobierno al que ella pertenece, dicta una norma de sentido común que se ha aplicado en estos meses en España desde organizaciones religiosas a sindicales, le pone a uno la piel de gallina al comprobar los extremos a los que el populismo y la demagogia pueden descender.
El pobre Bárcenas, del que parece que ahora nadie se acuerda de sus millones en Suiza, se siente también una víctima de la Historia. Pobre hombre, repartía sobres con sobresueldos a todo quisqui mientras él subsistía con un pobre sueldo de chupatintas volcado en ocultar lo que otros se llevaban y en salvaguardar el patrimonio de sus patronos. Nadie habla de su fortuna en Suiza hecha tacita a tacita y viaje de esquí a viaje de esquí. Pobre víctima. Claro, que la malvada Cospedal le ha tenido que recordar todos los juicios que lleva perdidos con ella y los cincuenta mil euros que la debe tras los varapalos que se ha llevado en todos los tribunales de justicia por los que ha pasado. Pero lo suyo y lo políticamente correcto es dar credibilidad a Bárcenas y negársela a Cospedal, a Rajoy y a todo lo que huela a viejo o a nuevo PP. Tanto da.
Y la otra gran víctima de la semana es el sufrido alcalde de Noblejas que ha hecho de la calificación como nivel 3, de la Dirección Provincial de Sanidad de Toledo, un motivo de agravio para levantar la bandera de la discriminación hacia su pueblo, como si las autoridades sanitarias, políticas, económicas… y el mundo mundial, se hubieran confabulado contra su pueblo para hundirlo. Ahí está, el hombre capitaneando la nueva Numancia contra las fuerzas opresoras que quieren arruinar a Noblejas y sus habitantes… Y menos mal, que al frente de la alcaldía, si uno no yerra, está un alcalde de esos del PSOE de toda la vida. Pero ya digo, el mensaje de la discriminación, del agravio, es una de esas taras del populismo que hoy en ningún partido, ni en ningún movimiento social se resisten a adoptar y a utilizar en cuanto hay ocasión.
Por cierto, ¿cuántas mujeres han presidido o han sido algo de verdad hasta la fecha en las direcciones de CCOO o UGT, que ahora reclaman paridad a los demás?