Los vecinos de Mocejón (Toledo) han acompañado este miércoles a la familia de Mateo, el niño de 11 años que fue apuñalado mortalmente el pasado domingo cuando jugaba al fútbol con unos amigos, durante el funeral celebrado en la iglesia parroquial San Esteban Protomártir de la localidad.
El templo se ha quedado pequeño para despedir a Mateo, que posteriormente ha recibido sepultura en el cementerio municipal. El entierro se ha celebrado en la más absoluta intimidad por deseo expreso de la familia, que a través de un comunicado ha pedido "tranquilidad" en la población y respeto para el entorno del joven de la localidad que ha confesado el crimen. "No queremos venganza, queremos justicia", han afirmado.